Sentada a tu lado,
con una mano sobre la rodilla
y la otra mano deseando rozar la tuya.Mirando al cielo disimuladamente,
o mirándote a ti.Con la misma sonrisa tonta de siempre,
o esta tal vez, de hoy.Quizá sin esperanzas de que me ames,
o con unas pocas de que me odies.