Los Soldados Helenos

27 0 3
                                    

Al quinto día de la semana Leann se dirigía una vez más con Ciro para informarse más de lo que pasaría en la capital. Pero en el camino hacia la Torre de Oro se encontró con Tara; en seguida le preguntó por el brazalete pero ella dijo que lo había perdido, se disculpó y lo abrazó tiernamente. Ella le dijo que lo extrañaba muchísimo, casi no hablaban desde hacía meses, quería saber qué había sido de él ahora que vivía casi como un príncipe en la capital. Leann le informó de su nuevo nombre, de hecho, la invitó a salir esa mañana, se dirigieron a un restaurante cerca de allí, ella se sorprendió de ello porque los reclutas no tharitas no recibían salario y Leann, aunque no fuera tharita, era líder de todo el escuadrón, por lo que sí tenía ganancias.

Llegaron ambos a un famoso restaurante, el más lujoso del país, prácticamente del mundo. El restaurante A'Rüshy (o Ar Rüshy), una explosión gastronómica, con cualquier platillo que en mundo existiera, eso sin contar las especialidades del restaurante. Hablaron acerca de algunas cosas del entrenamiento, charlaron un largo rato mientras comían y reían. Realmente se extrañaron, al terminar de comer pasearon por los pasillos del gran local, veían las fuentes lujosas y esculturas que decoraban el lugar. Tara quedaba realmente emocionada y ansiosa por las muchas cosas que ahí veía.

Leann le comentó acerca del brazalete una vez más e insistió. ¿En serio lo perdiste? dijo. Sin embargo, ella le comentó ahora: En realidad lo tengo ahí guardado, en un lugar seguro. ¿Sabes quién te dio ese brazalete? Él respondió que no y ella contestó a eso: Las letras en el brazalete son chinas, ¿tienes contacto con alguno con ellos? Él respondió con un rotundo NO ante su pregunta, pues China era el país rival de Tharos. Xiaoqi no le había enseñado su idioma a Leann, por lo que él no tenía ni idea acerca del idioma chino.

Tara no volvió a tocar el tema el resto de la conversación, pero cuando se dirigían de regreso a la Torre de Oro Ciro ya lo esperaba en la puerta principal del edificio con escoltas. Al despedirse de Tara se tomaron del brazo como era la costumbre al despedirse, pero en el acto ella dejó una nota en su mano y Leann la escondió rápidamente. Entonces fue y saludó a Ciro, ya era casi mediodía y no había ido a supervisar las élites. Sin embargo, Ciro no le recordó ello, ni tocó el tema. Es mas, le dijo que lo acompañara para ver otros escuadrones, los escuadrones helenos (no por ser griegos sino porque las élites eran nombradas por grafemas del alfabeto griego). Los escuadrones helenos se caracterizaban por ser el cuerpo militar más capacitado y disciplinado del país; éstos sólo rendían su servicio en la capital y también tenían fama de servir directamente al ánsul, especialmente las élites alfa.

Iban en trayecto hacia el mayor centro guerrero del mundo, la cabeza del cuerpo bélico tharita y lugar donde se dirigían todos los ataques y tácticas militares que dieron orígen al mayor imperio jamás hecho, hacia el capitolio de la Defensa Nacional. Allí conoció a capitanes distinguidos que llevaban años en servicio a su nación. Ciro lo llevó con su superior: el supremo capitán de infantería Albar-Kan. Ciro lo presentó a él y Al'Kan lo analizó con la mirada de pies a cabeza, una mirada fría, estoica, seria, sin expresión alguna. El capitán los escoltó a ambos hacia una sala privada y comenzó una plática entre los tres que lo llevaría aún más arriba.

Mira, Leann, Ciro me ha contado mucho acerca de ti y yo mismo te he visto en los entrenamientos. Vi en el tercer mes cómo defendías a tu amiga, Tara, ¿cierto? - dijo Al'Kan.

Es cierto, mi señor, fue mi error haberla atrasado, no merecía los azotes así que la defendí aunque supusiera un castigo mayor. - contestó Leann.

Entonces comenzaron a hablar sobre varias cosas y proezas de Leann en las provincias de Tharos y entrenamientos. Aunque él no lo supiera estaba siendo evaluado por el capitán para ser ascendido de puesto a un soldado heleno. Contestó a sus preguntas, respondió, después de una hora algo inesperado ocurrió. Alguien tocó fuertemente la puerta de la sala, de hecho estaba pateándola. Tanto Al'Kan como Ciro se levantaron y Leann quedó extrañado, preguntó qué pasaba pero al instante un disparo certero derribó la puerta; entró a la sala Dreph con dos armas robadas de alta tecnología que consiguió en el arsenal de la institución. Con sus dos armas disparó múltiples veces al general Ciro y en un movimiento rápido tomó al capitán supremo Albar-Kan del cuello como rehén. Leann sacó su arma al instante y apuntó a su cabeza directamente.

Con Dreph llegaron más soldados persiguiéndolo. Al rededor de quince apuntaban a Dreph mientras Leann le gritaba: Dreph, ¡baja el arma ahora mismo! A lo que Dreph no respondía. Hasta que, al verse sin salida comenzó a ponerse nervioso y algunas lágrimas caían de su rostro. Entonces Leann disparó al arma y ésta cayó de las manos de Dreph mientras Leann se lanzaba sobre él y lo inmovilizaba. Mientras se lo llevaban le gritó a Leann: ¡No confíes en ellos! ¡En la aldea Jaden! ¡Tu aldea! Y finalmente los guardias golpearon múltiples veces y lo azotaban con descargas eléctricas hasta que lo sedaron. Todavía había mucho por descubrir. Ahora que el general Ciro había muerto, el capitán de infantería Al'Kan lo dirigió a su oficina. La noticia no tardó en transmitirse en las redes de comunicación más populares de Tharos. Aún se preguntaba por qué habría hecho eso Dreph. Intentó evitar que lo hicieran un soldado heleno pero, ¿por qué?

En el atardecer Leann acompañaba a Al'Kan a su oficina y éste le pidió su información como individuo para hacerlo un soldado heleno. Al escuchar esto Leann quedó sorprendido, pero, conservando la compostura, se los dio abriendo sus documentos y se los dio. Al'Kan debía ascenderlo a soldado heleno omega, sin embargo, por haberle salvado la vida, lo ascendió a soldado delta.

Ahora que Ciro había muerto Leann fue impuesto en el cargo de Capitán de todos los escuadrones militares de la capital. Es mas, Al'Kan lo invitó el día sexto a pasearse con él en el Palacio Real del Ánsul. En seguida aceptó, cada vez estaba más y más cerca de su objetivo.

Esa noche Al'Kan pidió a Leann mudarse a una habitación más favorable, pues seguía viviendo en el mismo lugar desde su traslado de Kárameth y en seguida la mudanza comenzó. Donde antes Ciro vivió y durmió ahora sería el hogar donde Leann yacería. Antes de llegar la medianoche, Leann ya se había establecido en su nueva casa.

Antes de ir a dormir, alguien llamó a la puerta. Era un sirviente que traía comida, vestía elegantemente y le permitió el paso. Al entrar enterró una vara metálica en el suelo y en seguida un domo negro translúcido los cubrió a ambos y un silencio abrumador dominó el interior del domo. Todo fue tan rápido e inesperado que Leann apenas pudo inmovilizarlo, sacar su arma en el momento y preguntar quién era. Pero él le dijo:Jaden, ya estamos seguros. Soy Xiaoqi, ya estamos seguros. ¡Suéltame! De su oído sacó un dispositivo, una especie de alfiler corto y muy delgado, y en el momento su apariencia cambió. En verdad era Xiaoqi.

Leann se sorprendió y se disculpó. Xoaiqi estaba siguiéndolo desde la mañana. Le dijo que su amigo, Dreph, había sido llevado a Athenasis y ya estaba siendo usado como sujeto de prueba en experimentos. Leann ahora debía salvar a dos personas. Pero le preguntó a Xoaiqi por qué quería evitar que fuera soldado heleno. Entonces Xiaoqi le contó todo.

Leann: Orígenes de una LeyendaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora