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-Shawn Mendes, mueve tu trasero aquí ahora mismo.

Shawn se estremeció, tratando de olvidarse del reto y el castigo que estaban por darle. -Ya voy, madre -murmuró, arrastrando sus pies hasta la cocina, donde estaban sus padres esperándolo.

Su madre le dio una mirada severa, mientras que su padre simplemente parecía decepcionado, lo que hizo que el corazón de Shawn se rompiera en pedacitos. De alguna manera, la mirada de decepción de su padre superaba cualquier reprimenda que su madre le diera.

-¿Dónde estabas anoche? -le preguntó su madre, cruzando los brazos en su pecho.

Shawn tragó saliva y luego se encogió de hombros, tratando de ocultar su malestar. -Fuera.

-¿Te das cuenta que nosotros te inscribimos en una terapia para que dejaras de tener relaciones sexuales y ahora decides salir y...-?

-Yo no tuve relaciones sexuales anoche, ¿entendido? -espetó, incapaz de contener la ira que sentía por dentro-. ¡Solo porque no he venido a casa anoche significa que he tenido relaciones sexuales! Dios, ¿por qué les importa de todos modos? Siempre están demasiado ocupados en lo que pasa con Aaliyah incluso como para preguntarme como estuvo mi día o sobre cómo mierda me estoy sintiendo. No me digan mierdas a mi.

Los padres de Shawn lo miraron en shock mientras él prácticamente temblaba de rabia. -No sabíamos que te sentías de esa manera, hijo -su padre murmuró, mirándolo de manera triste.

-Yo tampoco -murmuró Shawn en voz baja, ahora sintiéndose un poco avergonzado por el arrebato.

-Entendemos que te sientas molesto, pero eso no es excusa para salir cada noche y volver a la mitad del día sin decirnos. Por lo que sabemos que podrías haber estado en casa de una chica haciendo quizá que cosas...

-¡Dios mio, mamá! ¡Te dije que yo no estaba haciendo nada malo!

Su madre suspiró. -Pero, ¿cómo se supone que vamos a confiar en ti?

-¿Te he dado alguna razón para no hacerlo? -ella se quedo en silencio ante eso y Shawn sabia que él lo había conseguido-. Ahora, si me disculpan, voy a ir a la casa de la chica que soy un idiota recién transformado.

Sus padres lo vieron salir con una mezcla entre asombro y temor, ignorando totalmente lo que había dicho, posiblemente el comentario más vulgar que habían escuchado en su vida. En el momento que estaban dispuestos a gritarle y darle una paliza, él ya estaba muy lejos del apartamento.

Shawn sacó el teléfono y marcó el número de Khloe, ella contestó al tercer timbrazo sonando confundida y preocupada. -Shawn, ¿estás bien? ¿Tú pene aún está intacto?

-Sí, pero mis padres como que me odian ahora -murmuró, dándole patadas a una pequeña piedra que había en el camino-. Nunca puedo ganarles. Es como que estoy en este camino que no llega a ninguna parte.

-Ven antes que te de un ataque de pánico, Shakespeare. Y ven rápido, hay una fiesta esta noche a la que fui invitada y tengo que empezar a prepararme. Puedes ir conmigo, si quieres -dijo autoritaria mente, colgando sin decir ni una palabra.

Shawn no tenía ganas de ir a una fiesta, pero supuso que si iba su novia se veía obligado a ir. Cambió su camino hasta su apartamento, pensando en sus movimientos e ignorando su entorno, es decir, hasta que oyó un nombre bastante familiar a quien llamaban en el metro.

-Hey, Jack-una voz lo llamó desde el extremo opuesto del vagón. El chico al lado de Shawn movió su cabeza hasta donde venia la voz.

-¿Qué? -el chico habló, sonando un poco molesto.

Shawn tuvo que usar su cerebro un poco más pensando en porque el nombre Jack le sonaba tan familiar, y de pronto recordó la historia de Khloe de la noche anterior. Este era Jack violador y Jack primer novio. ¿Cuántos Jack's viven en Nueva York, de todos modos?

-¿Vas esta noche a Burnstein? -el chico llamó, completamente ajenos al hecho que había otras personas en el mismo vagón que estaban escuchando lo que hablaban.

-¡No te lo pierdas! También se supone que hay un montón de chicas calientes y mucho alcohol, por lo que cuenta conmigo. Oh mierda, ¿hay un oficial de policía? Mierda, quise decir... uh, judíos. Habrán muchos judíos que se encuentran en una comunidad judía.

-Calla, suenas como un idiota -habló el amigo de Jack, sacudiendo la cabeza mientras reía. Shawn observaba todo el intercambio de mensajes con los ojos cansados. Probablemente, estaban hablando de la misma fiesta de la que Khloe le había hablado.

Y esto le dio muchas más razones a Shawn de querer acompañar a Khloe a esta fiesta llena de 'judíos', porque tenía que protegerla del monstruo que se sentó junto a él.

𝓢𝓮𝔁 𝓐𝓭𝓭𝓲𝓬𝓽𝓼 • 𝓢𝓱𝓪𝔀𝓷 𝓜𝓮𝓷𝓭𝓮𝓼 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora