Capitulo 2

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The ruthless master.

Abrí los ojos ante mi extraña posición, tenía los brazos dormidos y un dolor de cabeza terrible. Parpadeé varias veces mientras me acostumbraba a la poca luz, no tenía ni puta idea de qué hora era y me sentía tan incómodo. Me estiré y bostecé.

-Buenos días galán -dijo Milk.

-Hola... -volví a bostezar.

-Te preguntaría cómo has amanecido pero estoy al tanto de tu situación -se burló.

-No es buen momento, me duele la cabeza y tú me la follas.

Caminé arrastrando los pies hasta la cocina. Seguía vestido con el traje carísimo y me apretaba todo... Joder. Hice café a oscuras y tomé un poco. Volví al sofá y abrí la ventana... No joder, la luz... Quema.

-Rarw, que vampiro más sexy -dijo Milk riendo.

Me volví y miré a todos lados... No era mi casa, era la de Chaz. Reí tontamente mientras miraba a todos lados...

-¿Chaz? -lo llamé-. ¿Hermano?

Me levanté preocupado y cada paso que daba era como un martillo golpeando mi cráneo con fuerza, como queriendo romperlo. Joder, no me siento bien... No vuelvo a beber en la vida.

Sin subir las escaleras, encontré a Chaz dormido en la cresta de estas. Pobre Chaz, está igual o peor que yo.

-Oh... Mira como duerme -dijo Milk conmovido.

-¡Despierta maricón! -grité, luego me arrepentí por el dolor de cabeza. Él dio un respingo.

-Serás hijo de puta -masculló con rabia Chaz.

-Joder, levanta tú asqueroso culo de ahí.

-Está bien, está bien -se levantó con dificultad-. Ni en mi propia casa puedo estar tranquilo. Es lo que tiene tener un marido exigente.

-No seas imbécil -fui bajando escaleras y tomando café de la taza... Necesitaba una aspirina.

-A veces me pregunto porqué me casé contigo.

Me di media vuelta y lo fulminé con la mirada. Él ya pilló la advertencia y me pidió disculpas con la mirada. Seguí caminando. La ropa de ayer me estaba apretando los testículos y el cuello. Aflojé el cuello y me dejé caer en el sofá.

-Necesito follar -me quejé mirando la ventana como sí fuese problema de estado.

-Ya tío, se te nota en la cara.

De pronto, el móvil de Chaz empieza a sonar. Con fuerza, sin compasión y el martillo ya empezaba a follarme los sesos otra vez.

-¡Apaga esa mierda joder!

-¡Ya, ya relájate! -dijo haciendo cosas con el móvil.

-¿Cómo mierda quieres que me relaje? Tengo un estúpido dolor de cabeza, quiero follar y tu puto móvil suena aumentando mi jaqueca.

Encogió los hombros para luego sonreír y hacer eso con los ojos que, sinceramente, me da miedo.

-¡Oh! Tienes tu primera pelea de matrimonio, eso no es bonito, Justin -se burló.

-Que te den... -ya no tenía ni fuerzas para discutir.

-Lamento informarte que mientras salgas con Chaz y él saqué el tema del matrimonio... Morirás virgen -dijo Milk.

-No soy virgen -dije de pronto.

-Ya lo sé, amor -sonrió Chaz acercándose. Lo empujé y él se rió a carcajadas.

The Ruthless Master.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora