二 十 一

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Kyungsoo arremangó su camisa mientras se miraba en el espejo con el ceño fruncido sin tomarle atención a otra cosa. Por estar metido en sus pensamientos no se dio cuenta cuando Jongin entró a la habitación, suspirando de paso.

— Dodo, tranquilo, todo estará bien. No es como si nosotros hubiéramos hecho algo.— Lo consoló Jongin besando su frente.

— Pe-pero y si... ¿Y si piensa que nosotros fuimos los culpables? Estuvimos ahí Jongin, y-yo.— Los ojos de Kyungsoo comenzaron a humedecer y Jongin lo abrazó.

— Él lo entenderá. Cuándo le contamos a Yoongi lo tomó bien.— Kyungsoo asintió cerrando los ojos mientras los labios le temblaban.– Ve, si no es ahora, no sé hasta cuando. Suerte dodito.

Kyungsoo sonrió inseguro. Tomó sus llaves, junto a la cartera y salió de la casa.

Jungkook abrió los con pereza y un poco de calor

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Jungkook abrió los con pereza y un poco de calor. Se sentó en la cama sintiendo su ropa interior algo mojada, haciendo una mueca de paso, se levantó tomando su ropa y un supresor entrando al baño.

Bajó sus pantalones del pijama con cuidado y después los boxers. Jadeo sintiendo una oleada de calor junto a un líquido escurriendo por sus piernas, se agarró del lava manos respirando irregularmente. Como pudo tomó el supresor y se lo tragó tomando agua del grifo. Chilló volviendo a sentir ese líquido resbalar, suponía que ya no faltaba mucho para que comenzará a hacer efecto.

Se colocó el bóxer nuevo, junto a su pantalón, saliendo de nuevo del baño. Pensó unos segundos su reciente acción. Estaba solo en su casa y ni estaría nadie allí hasta la tarde, y se había ido al baño. Movió la cabeza riendo un poquito.

Los golpes de la puerta lo despertaron un poco de lo que estaba pensando. Bajó para abrir, miró a Kyungsoo que estaba parado ahí y no tardó mucho en abrirla.

— Hyung, no sabía que venía.— Sonrió Jungkook abrazándolo.

— Quería venir de sorpresa, ¿Me puedo sentar?

— Claro, ahora vuelvo Hyung.

Lo vio irse por las escaleras y minutos después volver sin pijama y ropa "formal". No faltaba decir que la casa entera olía a feromonas.

— No vine de visita para ver como ibas con el celo, pero supongo que Yugyeom debe de estar muy molesto con mi hijo y sus amigos.— Rió Kyungsoo imaginándolo.

— No tiene idea Hyung, maltrataron a mi Yugi.— Hizo un lindo puchero y Kyungsoo rió de nuevo.

— Bueno, bueno. Quería hablar contigo de algo serio, pequeño.— Tragó saliva y suspiró. Jungkook lo miró confundido asintiendo.

— Claro, dime.

— Chanyeol y Baekhyun no pudieron contarte la historia de su vida. Años atrás, cuando estaban a punto de... Morir... Me pidieron que cuando fueran más grandes, nosotros, Jongin y yo, les contáramos la historia de su vida, ya que estábamos ahí. Y supuse que era hora.— Respiró hondo mirándolo.

¡No me llames Oppa! « YugkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora