- Espera, ¿entonces que le dijiste?
El sol se encontraba en pleno cielo iluminando las casas de uno de los barrios más alejados del centro de la ciudad: El Parque Chacabuco.
Por entre las calles de tierra caminan dos jóvenes, ambos con una historia que contar, y como el joven era todo un caballero, la muchacha había comenzado con su relato. "Las damas primero" le había dicho su colega.
- Bueno, que no iba poder ir nadie a firmar el acta - contestó la joven entre risas.
Se miraron y volvieron a estallar en carcajadas.
- ¡Quisiera haber visto la cara de Miriam! - contesta el chico sonriendo extremadamente, mientras se lleva una mano hacia la manga de su mochila roja y la toma con fuerza ajustándola contra su espalda.
- De hecho creo que todo el mundo quisiera haberla visto - contesta la muchacha con una gran sonrisa en su boca y con lágrimas de gozo en sus ojos.
Hace frío y las nubes (que no son usuales en la ciudad) se agrupan sobre las pequeñas casas del barrio. Supongo que es la razon por la que los demas de la gente que caminan por el barrio llevan gorros y paraguas, se previenen, como cuando tu madre te tomaba la mano al cruzar la calle sabiendo que no la cruzarias por tu cuenta, solo se prevenia.
Los jovenes caminan sin direccion establecida, o al menos eso parece, hace cuadras que los vengo observando y desde el comienzo en ningun momento han mencionando un destino, o siquiera alguna pista, algun indicio, nada. Solo caminan.
- Pero ¿entonces que les paso a tus cosas? - Pregunta el adolecente.
El rostro de la chica se sumerge en un mar de seriedad, sus movimientos cambien considerablemente, y un aire de nolstalgia ronda junto a ella.
- Antes de ir a buscarte al bar, pasé por la casa de Javier.
Su amigo le lanza una mirada de comprensión. No dice nada, la deja continuar.
>> Tengo todavía la copia de llave que el me había dado, asi que pensé en pasar un rato por ahí – hace una pequeña pausa y luego continua - A esta hora nadie su familia esta en la casa, así que pensé em aprovechar eso porque desde que Javier murió no he podido mirar ninguno a los ojos. Entonces entré a su habitación, dejé mi mochila en el suelo y me dí cuenta que todo estaba como antes, no habían tocado nada, todo estaba igual que la ultima vez que estuvimos ahí, solo faltaba el vaso de vidrio, pero el resto estaba igual.
>> Fue demasiado, no pude, estaba cayéndome de nuevo en el horror, y en ese instante escuché el sonido de la puerta. No pensé en la posibilidad de que llegara alguien, nose quien era, pero solo no lo pensé, Sali corriendo y deje mi mochila ahí. Supongo que se van a dar cuenta de que estuve en la casa, o tal vez no porque nunca entran a la habitación. De todos modo me da igual, mañana pasaré a recogerla y se acabó.
La muchacha queda en silencio, el relato la dejó devastada, baja su rostro y lo oculta entre sus cabellos. Al cabo de unos segundos susurra:
- Julián, lo extraño demasiado...
Julian esta sin palabras, su rostro esta completamente conmovido, sus ojos claros se quedan en blanco. Realmente no sabe que decir.
- Lara...
Pero ya es tarde, Lara rompe en llanto a lágrima viva, ¿porque mierda dijo eso?, ¿cual era la puta necesidad de hacer esa maldita pregunta?.
Los ojos de Lara se tornan rojos con rapides, al igual que su rostro. Sus cachetes húmedos contrastan con el ambiente. Ella no debería llorar por mi muerte.
- Lo siento es que…- susurra entre gemidos de llanto- Solo llegó su imagen a mi mente y...
Julián simplemente la abraza, la abraza y la encierra, y ella sin ningún reclamo lo acepta y se lo devuelve. Se necesitan, así como yo la necesito a ella. Juntos se protegen. Juntos se apoyan.
Las casas son todas similares, la fachada principal se basaba en una casa básica. Sin cochera, de un solo piso. Son pequeñas, practicas y utiles, digamos que cumplen el objetivo principal, albergar a una persona con los recursos básicos que la misma nevesita: luz, agua, gas, una cama, un baño y un armario.
Sin embargo el barrio es extraño, pues nunca falta el famoso "vecino imnovador", sabes a que me refiero, me refiero a aquel vecino que con tal de lucirse en su máxima esplendor re-modela cada detalle de su hogar.
En una casa que mantiene el estereotipo del barrio vive Julián. Su casa no tiene remodelaciones, pues su sueldo apenas le alcanza para comer, entonces te preguntarás ¿cómo es que obtuvo aquella una casa?
Pues resulta que solo fué casualidad y coincidencia, o si quieres ser sincero solo fue suerte. Para ahorrarte una historia aparte, solo voy a decir que su madre trabajaba en una oficina cuando era joven, que tubo relaciones con su jefe mientras estaba a semanas de casarse con su ex esposo, que solo luego de 4 meses más tarde descubrió que estaba embarazada y simuló que aquel bebe era de su marido cuando en verdad era de su jefe. Entonces los años pasaron y como es normal en el 75% de los casos, su matrimonio terminó en divorcio, su padre desapareció dejando vacío, angustia y bronca depositada en los corazones de su familia y la misma tuvo que empezar su vida de cero.
Salieron adelante, eso es lo importante, pero Julián comenzó a trabajar mientras estaba en la secundaria, prácticamente no dormía y sacrificaba su mínimo sueldo en alimentar a su madre y asi mismo.
Cuestión que años mas tarde, cuando el estaba en su último año, a meses de graduarse de la secundaria, su madre se enfermó de un virus desconocido que rondaba por el país en aquella época, virus que con el tiempo terminó matándola y llevándosela hacia el Mas Allá
Julián jamas habló mucho de aquel suceso. Supongo que el alma de su madre ha llegado al cielo.
Fue en su funeral que conoció la cruda verdad, su madre tubo que morir para enterarse de que aquel monstruo que creía padre, no era su verdadero padre, sino que era hijo de la misma nada.
Hijo de un hombre que nunca asumió la responsabilidad de una noche de sexo.
Aquel hombre que una vez fue jefe de su difunta madre falleció dos años después en un accidente automilistico.
Julian, como es obvio, no lloró por su muerte, incluso no se inmutó, hasta el día en que recibió la carta de un abogado.
Su padre biológico entre todas sus herencias había dejado aquella pequeña casa ubicada en el Parque Chacabuco solo para el. El nombre de aquel hombre era Dario Soto y desde ese momento Julian se apropió de aquel apellido. El es Julian Soto.
Quienes lo conocían y seguían su historia desde los comienzos le tenían compasión y pena, excepto Lara, ella es de las únicas que siempre lo trató de la misma manera, incluso cuando conoció su verdadera historia. Capas es esa una de las razones de su buen amistad, dar pena no les importa, pero realmente les molesta que los demás los traten de inferiores por dar pena. Ellos no están por debajo de nadie, y no necesitan la compasión de alguien para vivír. Ellos piensan que son lo suficientemente fuertes, incluso cuando saben que no lo son.
Los jóvenes entraron al numero 45 del Parque Chacabuco.
- ¿Y vos Julián, que tenes para contarme?
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Sylwedydd
Teen FictionJavier es un observador. Observa lo que lo rodea, las personas, los sucesos y deduce y razona a través de ellos. Nadie conoce tantos secretos como Javier, pero tampoco nadie recuerda bien a Javier.