Still beautiful 『Spideypool』

❀ capitulo tres ❀

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Había pasado alrededor de una semana desde que Peter había salido del hospital y en todo ese tiempo se había quedado en casa de sus padres, ya que insistían en cuidarlo alegando que aún estaba débil y necesitaba acostumbrarse a su nuevo estilo de vida.

Se había instalado en su vieja habitación, recibiendo constantes visitas de toda su familia y uno que otro compañero de la escuela que iba a pasarle apuntes y trabajos para que no se quedara atrás. El castaño no había dicho nada, pero toda esa atención comenzaba a asfixiarlo, y lo único que quería era volver a su casa.

Y hablando de casa, se preguntarán, ¿Qué paso con Wade?

Bueno, Peter no sabía nada de él desde que salió del hospital. Después de haberle llamado en medio de un impulso y que le contestara había quedado en shock; no supo que más decir o que más hacer, pero en su cabeza no dejaban de rebotar miles de preguntas que posiblemente se quedarían sin respuesta.

Antes de que pudiera volver a mover los labios, la voz de Tony Stark había entrado en escena, pero se detuvo abruptamente por algún motivo. Peter quiso preguntar porque en ese momento, pero su padre solo lo tomo por la espalda y lo saco del hospital.

Desde entonces no había sabido nada de su novio. Le había preguntado a todos los que entraban a visitarlo, pero todos contestaban lo mismo: "Él necesita tiempo". ¿Tiempo? ¿Tiempo para que, exactamente?, fue lo que pregunto Peter, pero lo único que recibía como respuesta era un prolongado silencio.

Había pasado toda la semana con esa pregunta dándole vueltas en la cabeza y solo lograba llegar a una sola respuesta: Wade necesitaba tiempo para procesar que había perdido la vista. Su corazón se rompió al pensar en esa posibilidad, se sintió mareado y que todo el mundo se le venía encima, y lo único que quería hacer era dormir.

Sin embargo, al acostarse en su cama se dio cuenta de algo que solo fracturo más su corazón; se había acostumbrado tanto a la presencia de Wade Wilson al dormir que ahora no podía hacerlo sin él. No recuerda haber llorado tanto como esa noche.

Lo siguiente que hizo no lo pensó mucho realmente, pues lo único que sonaba en su cabeza eran las ganas que tenía de ver a su novio. Así que se vistió, hizo su mochila, tomo su bastón y salió de la casa de sus padres, solo dejando una nota en el refrigerador.

"Lo siento, pero necesito estar con él.

—Peter."

Y sin más, salió a su suerte a las calles de Nueva York. Tanteaba el terreno con su bastón, tratando de recordar cómo llegar a su casa, pero pronto se dio cuenta de que era en vano. Estaba a punto de darse por vencido y llamar a sus padres, pero una voz muy familiar lo llamo.