✔ Capítulo IV

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Nathan

En el momento que vi a Alaska note lo hermosa que es. Cuando la maestra nos presentó sentí una gran conexión con ella; me era imposible dejar de verla.a

Muchos decían que una India como ella, no tenía derecho a sentir aquí, y que este no era lugar para ella, pero yo pensaba todo lo contrario.

-Hey Triska. -Reed me llamo- Desde hace unos días has estado muy raro. Demasiado pensativo diría yo.

-Si, es Alaska.

Él sonrió con orgullo, y me dio una palmada en la espalda.

-La mexicana bonita -dijo coqueto:- ¿Te robo el corazón? ¿A caso el Gran Triska se ha enamorado? ¿Será esta la mujer de su vida? ¿Alaska obligara a Triska a retirarse del mercado?

-A veces puedes llegar a ser un estúpido.

-Morgan la odia -anunció. - Detesta que este aquí.

Lo sabía. Había pasado una semana desde que Alaska llegó, y Morgan no había parado de hablar de lo insoportable que era, entonces la conocí y me di cuenta de que solo eran los celos de Morgan hablando.

-Y media escuela sigue compartiendo la misma idea, y no la conocen.

-Skylar habló con el director a favor de Preston, no hubo castigo. A Seth lo sentenciaron: una burla más a a las chicas o a quien sea, y esta fuera.

-Seth es un idiota, y a veces puedes ser un cretino.

-El director dijo que le debía una disculpa a las chicas. Pero ya sabes como es. ¿Sabes si ya lo hizo?

-No tengo la menor idea.

Reed asintió pensativo, y con la mirada fija en los casilleros, entonces me miró de nuevo.

-Mañana tu chica nos dará clases de español -alzó sus cejas de manera coqueta. - ¿Estas preparado?

-Estoy seguro de que será buena maestra -sonreí.

-Espero que sí, y que ella pueda ayudarte, por qué el español y tú nunca han ido de la mano. -se paro para colocarse su camisa. - Deseo que te concentres en la clase, y no ella. No quiero que tu mente comience a producir algunas fantasías sexuales.

Solté una enorme carcajada. Reed era un idiota. Alcé mi dedo corazón en su dirección y seguimos vistiendonos.

(...)

Alaska

Cuando llegue a casa esa tarde, fui directo a mi cuarto y me tiré en mi cama. Estaba cansada, tanto que ni siquiera me apatecio comer. Y simplemente dormí toda la tarde.

Wade me levanto la mañana siguiente, ya íbamos tarde, por lo que el idiota lo usó como excusa para manejar como bruto que es.

Corrí por los pasillos de la prepa hasta el salón que la maestra me había asignado para mis asesorías de español.

—Que buena maestra tenemos. —un chico soltó con sarcasmo apenas entre.

Lo miré con algo de pena. Iba a disculparme cuando Nathan habló:

—Respeta, idiota.

—Un disculpa por eso, sinceramente —dejé mi mochila en el escritorio antes de continuar:— Mi nombre es Alaska, y los apoyaré con asesorías de español. No quiero asustarlos, pero el español es un idioma difícil y esto será todo un reto. Para todos nosotros 

Mientras hablaba vi que Nathan me miraba y eso me ponía muy nerviosa.Empece a explicar poco a poco unas cosas en inglés y pase a español.

Chasing the dance I; Nathan Triska Donde viven las historias. Descúbrelo ahora