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Ven, toma mi mano, abrazame con fuerza y no te apartes de mí. Curame las heridas que tengo en el alma, enseñame a querer aprender de tí, hazme adicta a tí, dame tu calor, llename de besos, llename de tí. Ven aquí, no huyas de mí, te lo pido por favor.

 Ven aquí, no huyas de mí, te lo pido por favor

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El ambiente poco a poco se volvía más abrumador, tus movimientos en mi cuerpo iban creando un efecto en el mío, mi cuerpo experimentaba un desequilibrio de temperatura muy fuerte.

En aquel bar había demasiada gente pero estaba seguro que en definitiva ese no era un factor de mi cambio de temperatura, tus caderas daban ligeros movimientos que incitaban a pecar, con tus manos tocas cada extremidad de mi cuerpo, sin temer. Provocas que no logré gesticular ni un solo movimiento, mucho menos una palabra.Tus ojos irradían fuego, tu alma irradía tristeza. En el fondo quería seguir tu juego, aquel juego que incita a pecar pero estoy consiente de tu estado actual. 

Logre tomar tu mano, sin temer. Al instante dirigiste tu mirada a mí. —¿Qué pasa?—. Sonreiste de nuevo coqueta, dirigiste tu mano a mi cuello y diste ligeras caricias.

—Vamos a casa.—susurré.

—Aún es temprano cariño.—comentaste cerca de mi cuello.

—Estas mal Mim.

—No, estoy bien si estas junto a mí.—Te liberaste de mi agarre, sin ejercer mucha fuerza.

Era un ambiente caótico y alegre a la vez, algunas personas peleaban por recibir un trago más, por sus facciones y su comportamiento se veía a lo lejos que no la estaban pasando bien, por el contrarío otras reían sin parar, brincaban cada quince segundos en aquella pista de baile, otros solo se limitaban a disfrutar de aquel momento.

—Por favor pequeña, vámonos. —cogí tu mano con delicadeza, sin forcejearte.

Asentiste, aunque a lo lejos se te veía con una cara un poco molesta. —Esta bien Dawon.—estrechaste mi mano y caminaste hacia la salida de aquel lugar.

Cuando por fin ambos estábamos afuera de aquel lugar, pude respirar aliviado finalmente. A decir verdad no soy fanático de este tipo de lugares, preferiría mil veces una caminata por la playa o algún lugar menos molesto.

—Esta bien, tienes un punto de ventaja enano.— reíste.

Te mire confundido y te solté de la mano. —¿A que te refieres?

—Pasaste la prueba, acabas de demostrarme que no eres igual a los demás. ¡Felicidades Dawon! —Alzaste los dedos meñiques en símbolo de aprobación. 

—No sé  a que te refieres Mim.—Mientras te observaba veía cada movimiento de tu cuerpo, estabas demasiado ebría que por milagro lograbas mantenerte de pie por ti misma, tus piernas parecían una gelatina, tus ojos poco a poco se iban haciendo más pequeños, no dejabas de sonreír (aunque siempre estás sonriendo) pero esta vez, tu sonrisa era más tierna y sincera ante mis ojos.

Reíste.—Olvidalo, te dije que hoy sería una noche larga ¿no es así? —Asentí con cierto temor.

—Bien, aún es muy temprano.—lograste abrir tu bolsa y sacaste tu télefono celular, viste en aquella pantalla la hora esta marcaba las 3:50 de la mañana, me la mostraste de inmediato.—Bien, aún es temprano cariño.—Sonreíste y me brindaste un cálido beso en mi mejilla.

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⏰ Última actualización: Jun 26, 2018 ⏰

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SEMPITERNO ❁ Cho Dawon ❁ VARSITYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora