다섯

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Taehyung despertó debido al frío que se calaba en su cama, no tardó en buscar el calor del cuerpo de yoongi, pero no encontró nada, sólo una almohada a la que abrazó. Su mirada escaneó el lugar, yoongi se había ido.

El aroma del chico había quedado ligeramente impregnado en las sabanas, su perfume tenía toques de zarzamora y madera, también podía sentir el olor del sudor y del sexo que habían tenido la noche anterior. Se movió en la cama y descubrió que su espalda estaba ligeramente adolorida, culpa de los acontecimientos de anoche.

Había besado y tenido sexo por primera vez, luego de su primer día en la universidad. Era bastante para procesar, pero de cierta forma se sentía como nada, tan vacío como un día en el campo junto a su abuela.
Sonrió, al caer en cuenta de que probablemente no volvería a saber de Yoongi, el recuerdo de su primera vez nunca sería desagradable, sólo recordaría esas manos tatuadas, fragmentos de las conversaciones y el pequeño momento que habían tenido, Yoongi pidiendo que intentara hacerle el amor... Y Taehyung intentándolo como si la vida, o quizás hasta la raza humana, dependiera de ello.
Deseó que Yoongi encontrara a alguien que pudiera amarlo con todo su corazón.

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La profesora de historia del arte había dado una densa primera clase, estaba fascinado con la forma de enseñar de la mujer, sentía que había aprendido en aquella clase más de lo que había aprendido en años de ir a la escuela en su pueblo.
La clase ya había terminado, taehyung guardó el cuaderno en su bolso, se levantó y salió del salón con prisa, en media hora tenía su siguiente clase, quería disfrutar con calma del sandwich y de la limonada con menta que había traído de casa.

Se sentó en los jardines de la universidad, bajo un árbol frondoso y de gran tronco. Antes de empezar a comer, se puso audífonos y le dio play al mixtape de Gloss en soundcloud, le dio una gran mordida a su sándwich, mientras escuchaba la primera canción y sí, yoongi podía alardear todo lo que quisiera, estaba en su derecho, era muy bueno.


Aún no terminaba la segunda canción cuando alguien se sentó frente a él, un chico de cabellos rubios y cara amigable, vestido con un sweater color rosa demasiado grande y jeans negros, al tener la atención de taehyung le sonrió y le hizo una seña para que se quitara los audífonos, quería hablarle, taehyung obedeció.

— ¿Te molesta si como contigo? estamos en la misma clase. — dijo sonriendo en todo momento, taehyung sólo asintió sorprendido de que quisiera compartir con él. Entonces el chico sacó una bolsa de galletas y empezó a comer, observando hacia el cielo a las ramas del árbol, con las pequeñas hojas que no paraban de danzar de un lado a otro

— Park Jimin. Soy de Busan, me vine a Seúl hace apenas tres días, es genial aquí... - explicó, Taehyung agradeció que hablara tanto, era el chico más amigable que había conocido.

— Kim Taehyung. —  se presentó —Yo he llegado hace una semana, definitivamente es genial, como en los dramas de televisión. 

— Oh por Dios, sí. — Exclamó, al mismo tiempo en que un brillo parecía hacerse presente en sus ojos. —Quiero ir a la torre N, me recuerda a boys over flowers, también quiero visitar ihwa y ver los murales, salían en strong woman Do Bong Soon - dijo entre risitas de emoción. Taehyung de pronto se sintió cómodo.

—  Ayer fui a la torre N y no podía parar de recordar boys over flowers. —  añadió taehyung, con su característica sonrisa cuadrada, era una dicha hablar con este chico.

—  Ah, eso es genial. ¡Vayamos a Ihwa! no quiero ir solo y luego maratón de dramas clásicos. DI QUE SÍ.

Taehyung no tenía idea, pero hizo su primer amigo cuando asintió y gritó de emoción, mientras Jimin se reía y proponía los dramas que verían, los lugares que visitarían. No tenía idea de que el chico jamás era tan amigable, pero las cosas son así de fáciles cuando estás en el lugar correcto, vibrando de la forma en la que tu alma siempre debió vibrar.

volátil ; taegiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora