cap.1 una tarde de lo más normal

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     Capítulo.1 una tarde de lo más normal.

Querido diario:

Día 1

13/06/14

Pasados seis meses

Un día me desperté, y fui a bañarme, bajé a desayunar, y ahí estaba la pequeña Sofía en brazos de mi madre, que a pesar de ser un bebé, no lloraba nada de nada, hacia ruidos leves, pero nada molesto, por suerte, porque los otros dos, Judith y Carlos cuando eran unos bebes eran monstruosos.

Sofía, ya tenía seis meses, era una joya, y la quería un montón.

Mañana era el cumpleaños de Carlos, y estaban haciendo una fiesta para celebrarlo, él no lo sabía, y creía que nos habíamos olvidado,  nos miraba todo el rato, para ver si veía algún signo que nos delatara, rendido, se fue a su cuarto, yo solté una gran risa, y mis padres me miraron mal, yo me reí más fuerte.

—Amy, de que te ríes. –me dijo mi madre mirándome asesina mente.

—De nada, de nada.–dije y me fui a mi cuarto, después de coger una napolitana.

Me tiré a mi cama, era muy cómoda, mi habitación era preciosa, tenía un gran armario, que podía ser como mi habitación de grande, una gran cama, con sabanas de seda, un gran baño, un escritorio, en mi habitación tenía un piano de cola, junto a mi cama había una guitarra, y después tenía un gran espacio, donde había una gran estantería, donde tenía miles de libros, que ya había leído.

Después de quedarme un rato tumbada, cogí mi mp4, y mi tableta, empecé a escuchar música, mientras, miraba cosas por internet, como libros más recomendados, hablar con mi gran y única amiga verdadera:

Llamada Carol. Ella era una chica simple, que conocí en el colegio, antes de que se cambiara de casa, ahora vivía en Londres, era una chica fuerte, y lista, y sabría sobrevivir a cualquier cosa sola.

ella tenía dos años y medios más que yo, y diréis, como la conocí, pues en el recreo, porque antes de cambiarme a un colegio privado, iba a uno público, y ahí me hacían bulling, me la encontré en el patio, y me consoló, le dije que me sucedía, y ella furiosa, se dirigió a los que me pegaron, (que eran más mayores que yo) y les empezó a pegar, ella se ganó una expulsión, junto a los idiotas esos, pero yo me gané una amiga, yo en ese entonces tenía siete años, y ella nueve y ahí fuimos las mejores amigas, hasta que ella seis años después se tuvo que ir, habían pasado dos años de eso, y seguíamos siendo amigas, y siempre lo seriamos, pasara lo que pasara.

Llamaron a mi puerta, yo no conteste, no me apetecía hablar, y llamaron otra vez.

—Dime que quiere. –dije sin ganas.

—Amanda, su padre dice que has faltado a la reunión que tenían. –dijo ella, la dama de casa, yo me levante rápidamente y me quede un momento esperando. —dice que hoy, por la noche la tendrá, que lleve ropa adecuada, y una linterna.

—sí, gracias se puede ir. –dije, fui a mi inmenso armario, y busqué algo de ropa, me decidí ponerme un vestido beige, muy simple, pero para quitar la simpleza, cogí una tela morada, y me la puse alrededor de la cintura formando atrás un lazo morado, y así quedó precioso.

bajé corriendo a el jardín, y ahí vi a mis chiquitines, Max, que era un cachorro era un labrador retriver, y mi otra chiquitina, también era una cachorra, pero esta vez de pitbull, los dos eran muy cariñosos, y en cuanto me vieron se me echaron encima.

Había otros dos pequeñajos, otros dos cachorros, pero esos no era ninguno mío, los dos eran perros Akita, eran preciosos, tenían el pelaje igual, pero se diferenciaban por los ojos, uno lo tenía azules, y otro multicolor, uno azul, y otro verde.

los míos, era Kira negra y blanca, todo el cuerpo negro, y la parte del pecho blanco, con botas blancas, y la punta de la cola blanca, era muy bonita, después Max, era beige, pero igual muy bonito, y precioso, los quería un montón, el mío era Kira, y después el otro era de Carlos, todos nosotros teníamos un cachorro, claro, solo yo y mis hermanos, hasta la chiquitina, lo decidimos hace una semanas, los tenemos escondidos, porque queremos dárselos cuando cumplieran años, ósea a Carlos mañana, y a Judith, dentro de una semana, a la chiquitina, claro, ya lo tiene, mi cachorro tenia medio año, Max tenia igual medio año, el de Judith, cuatro meses, y el de Sofía acababa de nacer, lo teníamos en el cobertizo del patio, y no dejábamos acercarse por ahí.

-Max, que te he dicho, que no salgas de la casa para perro que es de Kira, que te pueden ver.-Dije riendo, y el bajando las orejas se fue hacia allí, yo fui tras él, le cogí, y le di un abrazo, después me despedí de Kira y me fui a mi siguiente clase, y así paso el día, de clase en clase.

Llego la hora de cenar, cenamos entre risas, y después, mi padre me hizo ponerme unos pantalones vaqueros, y una blusa simple, y me hizo ir con él a cazar, junto al chico, que le llevaba la escopeta, y le llevaba lo que cazaba, el se nos adelantó, y el chico, llamado David, se quedó junto a mí, cuando perdimos a mi padre de vista, él me cogió de la cintura, y me apoyo junto a un árbol.

—te he esperado esta mañana para verte, y no has aparecido, he tenido que soportar las quejas de tu padre. –me dijo el juntando nuestras frentes.

—lo siento, pero me entretuve hablando con Carol. –dije yo susurrando y mirando sus labios.

—pues, por favor, no faltes mañana, que si no te Extrañaré. –dijo él y yo le susurré.

—lo tengo que hacer, recuerda, tengo un cumple, dejemos de hablar y bésame. –dije susurrando, mientras le cogía de la sudadera, y le atraía hacia mis labios, y así, nos fundimos en un beso apasionado, y se volvía a mas, hasta que él se separó delicadamente y me dijo.

—recuerda, tu padre esta a delante, y si ya no aprueba que salgas con chicos de tu edad, imagínate, con los mucho más mayores que tu.–susurro, mientras me daba un beso tierno pero por desgracia corto.

—no eres tan mayor, solo tres años más. –dije yo y él me miro diciendo por eso.

—soy mayor de edad, y me puede meter en la cárcel por obligar a un menor. –dijo riendo levemente.

—pero no me obligas. –dije yo.

—¿y crees que eso le importa?, lo que a él le importa es que su niña pequeña tiene un novio, que puede denunciar, y mandar a la cárcel, se creerá que te estoy lavando el cerebro.–siguió el riendo otra vez levemente, yo le seguí la risa.

Me paré, miré haber si veía a mi padre, no le vi, y así, paré a David, y le besé, le quería, llevábamos saliendo un año en secreto, y seguía siendo virgen, había ocasiones que podría haber pasado, pero me daba miedo, y él lo entendía, era amable, no estaba conmigo por mi dinero, ni por nada de interés, era comprensivo, y me quería lo mismo que yo lo quería a él.

—bueno, si quieres, después de esto, puedes salirte de la casa de invitados, y ir a mi habitación.–le dije en el oído, y él me miro, y se fue junto a mi padre riendo, yo le seguí de igual forma, mi padre nos paro y nos dijo.

—chicos, no hagáis ruido, veis ahí, esa será nuestro trofeo. –dijo él, cogió su rifle, y le disparo, y dijo. — así se hace.

—pues no se hará mucho así, por que el ciervo se está yendo tan tranquilamente. –dije, el rápidamente se giro, y yo añadí. —siempre caes en esas bromas he. —dije yo riendo fuertemente.

—eres el demonio personificado. –dijo aguantándose la risa, miré a David, y él estaba igual, riendo por lo bajo —vamos a llevarnos esta gran captura.–me dijo él cogiendo de las patas delanteras del ciervo, David de las traseras, y se fueron hacia el camión.—mañana se lo daremos a los niños que se mueren de hambre, claro, ahora voy a ir a llevárselo a el carnicero, para que lo despelleje, y después lo corte, y le diré que se lo lleve a la cocinera, para que lo cocine, y ahí se lo llevaremos a los pobres a la hora de comer. –me dijo él. —como yo no me podré escapar mañana, iréis tu y David. –añadió. —y ahora a vuestra habitación. –dijo, y nos fuimos a nuestras respectivas habitaciones, miré la hora, y eran las 11 de la noche, me quede en la cama esperándole.

buenas, esta es mi primera historia,  espero que os guste, y perdón, si hay alguna falta por ahí que se me haya escapado, votar y comentar que os parece un besito¡¡

 

my diario: una vida cruel (Zombies.) Cancelada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora