Mommy's babies |BTS Mommy Kink|

Chapter three

-Continuación del anterior-

Aquella tarde, mis bebés y yo nos divertimos un montón, entre chocolate y risas, logramos terminar los brownies que comimos como postre luego de la cena.

  –Capítulo 3–

Al día siguiente, una manito me sacudía levemente, mientras que unos labios se apoderaban de toda mi cara. Al abrir los ojos pude notar que quien me sostenía era Jimin y quien me besaba era Namjoon.
Sorprendida, me fijé la hora, ya se estaba haciendo tarde y la alarma no había sonado.

— Mommy, debemos apresurarnos.— objetó Nam, tomó mi mano y, junto a Jimin, me levantaron. Ambos bebés me guiaban por las escaleras, yo aún estaba somnolienta, pero pronto logré espabilarme completamente. Esta vez, agarré de la cintura a mis dos bebés y les agradecí que me hayan despertado, prometiéndoles un regalo asombroso que los dejó ansiosos.
Nam se encargó de llamar a cada uno de los chicos, Jimin me ayudó a preparar el desayuno de todos los días.

—Mommy, Tae me dijo que no irá a clases y que yo debía avisarles a los chicos sobre nuestra pillamada. ¿Está bien si es el viernes?— escuché atentamente cada palabra que Jimin me decía, luego de su pregunta asentí sonriente.

—Claro bebé, cuando ustedes quieran. Es más, el viernes es perfecto, ¿Qué dicen si antes de dormir, los llevo al cine o a algún lugar que quieran ir de paseo?— rápidamente, en sus ojitos pareció brillar una chispa de emoción que no hacía más que enternecerme. Su boquita se abrió en una perfecta 'O' para luego sonreir feliz.

—¡Eso sería genial! Mommy es la mejor.— me envolvió entre sus brazos y yo besé sus suaves cabellos. Encantada con tal situación, pase mi mañana totalmente de buen humor. Acomodé el desayuno y tan pronto como dejé la última taza de chocolatada, escuché unos bostezos y a mis niños bajar ya vestidos con el uniforme, excepto Tae. Jimin pidió permiso para ir y prepararse también, mientras que yo decidí hacerlo luego.

—¡Mamiiiii, buenos días!— un rayito de luz se sentó a mi lado, sonriéndome con toda la felicidad del mundo.

—Mami se ve muy adorable despeinada.— soltó Jin, seguidamente lo fue apoyando Nam y los demás.

—Y ustedes se ven más y más preciosos cada que los veo.— Jungkook rió y escondió su carita entre sus manos,  Yoongi se sonrojó tiernamente mientras que una pequeña sonrisita se avecinaba en su hermoso rostro, Nam se carcajeó con verguenza, haciendo un eyesmile que dejó a la vista sus perfectos hoyuelos que no tardé en besar de lo adorable que se veía. Jinnie y Hobi, que estaban a mi lado, se volvieron unos tomates andantes mientras que Tae se tapó en el pecho de su hyung mayor.
Justo en ese momento, bajó Jimin, luciendo totalmente reluciente, pero confundido al mirar el ambiente empalagoso que habíamos formado. Logré persivir una expresión de celos que se fue disipando al darse cuenta de mi mirada. Él se dirigió hacia mí, besándome ansiosamente en los labios, a vista de los pucheros de mis demás bebés, que parecían querer estar en lugar de Jimin.
Cuando se separó, todos comenzaron a devorar su desayuno, casi ignorando aquella escena. Jimin, como tal, se sentó en el único lugar vacío, y el más lejano a mí. Normalmente, luchaban por los lugares que mayor cercanía tenían con mi puesto en la punta de la mesa.

—Mommy, ¿qué haré yo?— Taehyung acaparó mi atención, recordándome su desafortunada suspensión en lo que restaba de la semana. Indagué sobre lo que haría, cuando iba a hablar, él se me adelantó, mirándome con ojos angustiados y un puchero asomándose en sus labios rosados.— No me quiero quedar solito...— y estaba más que claro que no lo haría, la idea de dejar a la deriva a alguno de mis bebés, sin compañía y cuidados, me era de total desagrado. Siempre procuraba brindarles la mayor atención posible, porque ellos se merecían lo mejor del mundo.