Historias de muchos

Sin ambición - historia 1

¿Vivirías por mi?

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-Oye ¿Vivirías por mi? porfavor, promételo- dijo ella entre lágrimas de alivio y nostalgia a través del teléfono celular
-¡¡Viviría contigo, idiota!!- respondió él con el corazón en la mano, a punto de colapsar
-No seas así, por favor, prométeme que vivirás, que tendrás una vida divertida
-¿¡Como quieres que haga eso sin ti, carajo!? ¡Dime donde demonios estás!
-Siempre has sido muy expresivo...ojalá después de esto sigas siendo así...- estaba al filo del techo, después de tomarse unas pildoras para dormir, no sabía cuando harían efecto, pero cuando lo hicieran ella caería y sin dolor, rápidamente iba a terminar con el aliento de su vida
-¡Puta madre! ¿¡ Crees que esto es divertido!? ¿¡Dime donde demonios estás!?-ya no aguantaba la angustia, sentía una impotencia desenfrenada y mortal, sentía que iba a estallar de rabia y tristeza, ella no entendía lo que significaba irse de este mundo, dejar a su gente, marcarlos, dejarlos vacíos y con dolor, ella no sabía lo que él sufriría si ella lo dejaba

-No seas melodramático, en las noticias aparecerá y sabrás donde estaba, pero no vayas ¿Si? Odiaria que vieras mis tripas, y sé que no toleras la sangre, no quiero que te desmayes en la escena- estaba tranquila, se sentía un poco agotada y sentía la brisa en el rostro, veía el atardecer de la ciudad... joder, que bonita escena, no pudo elegir un mejor día que este para despedirse
-¿¡Ni en estos momentos puedes dejar de ser tan cínica y sarcástica, maldita sea!?- estaba corriendo por las calles desenfrenado, buscando alguna señal de donde estuviera ella ¿Dijo tripas? Maldición, estaba en un techo
-Quiero que vivas, que seas felíz, hazlo por mí porfavor, te lo ruego- tras de ella se oían unas palomas, ellas serían las testigos del momento, tal vez hasta se alimenten de ella al caer ¿Las palomas son carroñeras? No recordaba, cuando era niña vio a una comerse una rata ¿Eso cuenta? ¿O esa paloma era caníbal? Se oían las sirenas policíacas en el fondo del edificio, no por ella, la ciudad era un caos aveces, pero en general era bonita
-No me hagas esto, por favor, no te vayas, te lo ruego- el estaba por rendirse, su vida se iba a ir con ella, sabía que había más gente en el mundo pero, no encontraría a nadie como ella, esperen ¿Se oían palomas al fondo? La ciudad tenía muchas palomas, sí, pero, había un punto donde había demasiadas, era unas calles al lado del centro, en esos alrededores había más gracias a los turistas que les tiraban comida, ya tenía un punto más chico donde buscar
-No corras, porfavor, sé que estás corriendo, escucho que estás jadeando ¿Ya te había dicho que es mejor correr con la boca cerrada y así te cansas menos? Además de que así evitas que te ahogues con un bicho
-¿¡No puedes mejor decirme donde putas estás!?
-Por el momento, es clasificado.

Él marcó un número
-¡Hey hombreee! ¡Te estás perdiendo de menuda fiesta!- un chico de cabello castaño había respondido, con una lata de cerveza a la mano y una rebanada de pizza en la otra
-No tengo tiempo Sam ¿Los demás están contigo? - no podía tardar, si no se apuraba ella estaría...
-Claro ¿Que pasó? Te oyes agitado
-Ella iba enserio, cuando dijo que ya no tendría planes para este fin de semana, ni ningún otro
Sam palideció al teléfono.
-Sam ¿Qué pasa?- Nora, su novia, estaba preocupada, parecía que el chico había visto un fantasma
-¡Tenemos que salir todos, ya! ¡Les explico en el camino!

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Holaaa, soy A. Esta es una de las historias que habrá por aquí, habrá muchas y con variados temas y personajes, muchas sólo serán fragmentos que, si ustedes me lo piden, haré más partes ¡Gracias por ver! Si te gustó, no olvides votar y guardar la historia

¡Bay bay!