Capítulo II: Araña enredada

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Desperté realmente adolorido. Era sábado, pero tenía que ver a Gwen temprano ya que estudiaríamos juntos para los exámenes finales que se aproximaban. Como ya era muy tarde ni siquiera desayuné, simplemente me vestí, tomé mi mochila y salí corriendo rumbo a casa de Gwen ya que después de estudiar debía ir al Bugle a vender mis fotografías de la noche pasada.

*****

-Gwen Stacy: Muy bien Peter, ahora pasemos a termodinámica. ¿Cuál es la diferencia entre temperatura y calor?

-Peter Parker: ...

-Gwen Stacy: ¿Peter?

-Peter Parker: Ahhh, la temperatura es la energía cinética promedio de las partículas de un objeto y el calor es la transferencia de energía cinética de un cuerpo a otro

-Gwen Stacy: Es correcto, pero Peter, estás muy distraído, ¿qué es lo que te pasa?

-Peter Parker: No es nada Gwen, solamente aún está en mi mente la noche anterior donde saqué fotos del avión que Spider-Man salvó

-Gwen Stacy: Pues mi padre dice que Spider-Man es un criminal, por no registrarse como los héroes tienen que hacerlo, aunque yo sé que tú lo admiras mucho

-Peter Parker: Pienso que tendrá sus razones para no hacerlo

-Gwen Stacy: Dile eso a mi padre y te sacará a patadas jaja. Bueno hay que continuar, olvida el trabajo

Gwen y yo seguimos estudiando durante un par de horas más, ciertamente trataba de concentrarme en ella y el examen pero de mi mente no salía del hecho de que esta noche buscaría al Kingpin sin excusas. Así fue hasta que el padre de Gwen, el capitán Stacy, había llegado con una peculiar visita a su casa, un hombre que volvió loco a mí sentido arácnido desde antes que entrara. Un sujeto llamado Wilson Fisk.

-Capitán Stacy: Hija, ya llegué. Hola Peter

-Peter Parker: Buenas capitán

-Gwen Stacy: ¡Papi!, ¡hola!

-Capitán Stacy: Quiero presentarles al señor Wilson Fisk, un filántropo que está dispuesto a donar dinero al estado para mejorar la seguridad pública

-Wilson Fisk: Es un gusto señorita, es un gusto muchacho

Pero cuando Fisk me ofreció su mano yo lo observé detenidamente por varios segundos. Ya sabía quién era Wilson Fisk, también sabía por qué había despertado mi sentido arácnido. Su rostro, su rostro desapareciendo tras el vidrio polarizado en aquella gélida noche era uno que jamás iba a olvidar. Wilson Fisk era el Kingpin.

-Gwen Stacy: Peter, el señor Fisk está esperando que estreches su mano

-Peter Parker: Oh sí, un gusto señor Fisk. O debería decir Kingpin

-Capitán Stacy: Bueno muchachos, sigan en lo suyo

-Gwen Stacy: Claro papi

-Wilson Fisk: Fue un placer señorita. Fue un placer Peter

Lo dijo observándonos con una mirada de la más pura hipocresía, que se confundía con seguridad y optimismo si no conocías su oscura verdad. Wilson había ido a visitar la casa del Capitán para platicar un poco de las inversiones que planeaba hacer y como anillo al dedo había llegado a mí. Gwen y yo repasamos algunos minutos más y justo cuando escuché que el Kingpin estaba despidiéndose le dije a Gwen que debía irme a vender las fotos, o si no JJ estaría muy molesto, me despedí de ella con un rápido beso y me fui hacia afuera.

Me recargué disimuladamente en un árbol cerca de la casa de Gwen, en un punto en el que nadie me pudiera ver y me coloqué uno de mis filtros de telaraña, que en este tiempo había reparado y mejorado, como ya saben solamente mejoran la forma de mi telaraña para combatir o para balancearme, según necesite. Pero estaba probando un nuevo gadget, al momento de presionar con mis dedos un par de botones se disparaba un pequeño rastreador adhesivo que me ayudaría a seguir a mis objetivos cuando fuera necesario. El GPS estaba en mi casa, pero lo que quería era tener marcado al sujeto para seguirlo después.

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