Mi piel era de papel y tus caricias de fuego; me consumías y yo era lo único que te mantenía en pie, o eso llegué a creer. Decir que fue perfecto sería infravalorarlo y a la vez, decir que fue perfecto sería mentir.
Quizás lo sufrí y lo disfruté en partes iguales, o quizás los pequeños momentos de felicidad que me brindaste fueron como la cortina de humo que esconde al gran incendio.
Aún así, te quise, te quiero y lamentablemente te querré.
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Voces
PoetryLas palabras comenzaron a acumularse en mi garganta, impidiéndome respirar. Fue entonces cuando decidí escupir este par de versos torcidos.