Compañero de cuarto. [Thorki]

Una vez a la semana.

Una vez que se fue aquel rubio de su habitación Thor se adentró y se sentó en su cama viendo el bulto de cobijas que tapaban a su compañero en la cama frente a él.

– ¿No dirás nada? – Preguntó molesto el mayor que estaba cruzado de brazos y de piernas esperando que Loki se quitará las sábanas y hablara.

– ¡Me duele el trasero! – Gritó desde las cobijas y Thor se sobresalto, sonrojado tomó una de sus almohadas y se la lanzó al pelinegro.

– ¡No me refería a eso! ¡Maldición! ¿Acaso te gustan rubios y altos? ¡No me jodas! – Se levantó y trato de quitarle las cobijas a Loki de encima.

– ¡Déjame en paz! – Pateaba a su compañero para que lo dejara pero si algo sabía del rubio es que era muy terco. – ¡Tú también traes a chicas a la habitación! ¿¡Que diferencia hay entre eso!? – Por fin soltó las cobijas dejando que Thor se cayera.

– ¡No es lo mismo, tu no eres así! – se sonrojo al ver el pecho descubierto de su compañero.

Loki tomó una sábana para tapar su cuerpo y se levantó molesto para mirar desde arriba a su compañero.

– ¿Quien crees que soy, Thorpe? ¿Un nerd que no sabe divertirse? – Thor frunció el entrecejo dolido. – Tu de verdad nunca te diste el tiempo de conocerme. Aparte tú eres el único que comenzó a actuar raro después de que te enteraste de mi sexualidad.

Thor suspiró agotado, pelear con Loki era como pelear con una mujer y siempre pensó así ya que era muy inteligente y orgulloso, aunque últimamente comenzó a ver el lado seductor de su compañero debido a su secreto no tan secreto que todos sabían menos el hasta hace poco.

El rubio pensaba que lo hacía de broma e incluso las pesadillas con Loki seguían pasando pero ahora con aquel rubio desconocido saliendo de su habitación pudo confirmar los gustos del pelinegro.

Y Thor no era tan estúpido para no sentir la mirada lasciva del ojiverde hacia el.

– Pensé que tú eras más aburrido. – Se levantó ya más tranquilo y sacudió su ropa. – Deberías tomar un baño para limpiar bien dentro... Y eso. – Dijó sonrojado sentándose en su cama.

– Thor... No me trates bien. – Loki camino hacia la cama del rubio y sentarse a su lado aún cubriéndose con la cobija.

– No lo hago, no te dejes engañar que así trato a todos. – Sonrió apenado y se recostó sobre su mano.

Loki bufó molesto soplando su cabello y se levantó para dirigirse al baño del cuarto.

– Lo que digas Romeo. – Estuvo apunto de entrar al baño cuando Thor jalo la cobija deteniendolo. – ¿Ahora que?

– ¿Es tu novio?

El menor se sorprendió por aquella pregunta pues Thor parecía decaído, como un perro recién regañado.

– Aún no... Aunque no creo que pase nada más ya que Fandral siente algo por Sif... – Se encogió de hombros pues en realidad le daba igual.

– ¿Sif? – Arrugó la nariz y Loki asintió – No es buena en la cama y es pesada. – Soltó quejándose. Después de unos segundos de silencio tanto el ojiverde como Thor comenzaron a reír.

– Supongo que ya será su problema. – Volvió a encogerse de hombros pero esta vez sonriendo. Quiso volver a caminar pero Thor seguía tomando la cobija. – Thor, no puedes verme desnudo, no soy un tipo fácil.

Y con eso el rubio lo soltó sonrojado.

– ¡No es eso, maldición! – Se tomó del pelo nervioso. – Solo no quiero que lo traigas más... A nadie de hecho. – Dijó firme y confundido a la vez.

– Lo haré si tú también lo haces o más bien dejas de hacer... – y Thor alzó la ceja aun más confundido. – Dejar de traer chicas...

– ¿¡Que!? ¡No puedo! ¡Necesito sexo al menos una vez a la semana! – Chilló.

– Ugh... Me sorprende que aún no te hayas contagiado de algo. – Hizó una mueca de desagrado. – Bien... Una a la semana, da igual.

– Trato. – Sonrió y Loki no pudo más que imaginar un gran perro feliz moviendo la cola. Una vez se fue al baño en donde cerró la puerta las lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas.

Lo último que necesitaba Loki para caer enamorado era una sonrisa.

Y odiaba que la razón de que los sonrisa fuera para tener sexo con una mujer cada semana.

.......

Volví.

Hasta dentro de un año (?