Capítulo 6: Tu voz...

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   Habían salido ya de la ducha, Katsuki se puso unos boxers y pantalones deportivos, hacía calor así que no se puso nada más encima. El pecoso al no tener mucha opción se puso el bóxer y su kimono. El cenizo lo miraba pensando en lo sexy que se veía, miraba su blanca nuca y solo le parecía besarla.

   - ¿Tienes hambre? - le preguntó el cenizo cogiéndolo de la cintura.

   - Pues la verdad es que si, no he probado bocado desde en mediodía- dijo algo avergonzado.

   - Vamos abajo, algo habrá que podamos picar.

   Ya en la cocina, el dueño del piso  paso detrás de una pequeña barra y saco fresas de la nevera. Miró al pecoso con una sonrisita de "no hay otra cosa, que suerte la mía", mientras tomaba dos copas y servía cava para ambos. Izuku por su parte sentado en una banqueta alta, disfrutaba de la vista que tenía delante y le sonreía. Disfrutaron de la compañía tumbados en la gran cama entre charla, risas, arrumacos, miradas que decían más que las palabras, pasaron las horas ya era bien entrada la madrugada se quedaron dormidos frente a frente con las manos tomadas.

   Ese mismo día, el reloj marcaba las 9:50 hs, Izuku se levantó miró a su acompañante era realmente guapo y su expresión dormida parecía mucho más dulce. Se vistió, le dió un suave beso en los labios y se marchó. Como aún era pronto hizo el trayecto a su apartamento a pie disfrutando del paso recordando la noche anterior con un sonrojo en el rostro.

   Al llegar, puso la cafetera en marcha mientras esperaba que se hiciera fue a su habitación a cambiarse se puso varqueros negros, hoy hacia calor así que opto por una camisa ligera blanca estilo ibicenca, unas convers blancas y listo. La cafetera ya sonaba, le gustaba su vieja cafetera italiana el café era más sabroso que el de cápsulas. Se bebió el café en la terraza como siempre, al terminar cogió su portátil lo metió en su mochila, miró su móvil, 11:45, no tenía ni un mensaje del que esperaba... Espera... Pero ¡¡si no se habían pasado los números todavía!! Que fallo tan grande, se sentía un completo idiota.

   Llegó al pub, guardó su fixie, mirando el sitio donde la aparcó pensó en Hitoshi, lo echaba de menos, ¿cuándo volvería? Sacó el móvil para enviarle un wsp.

   I: "Cuándo vienes? :(
   S: "Hola pequeño! Creo que hoy por la noche ya estaré por ahí"
   I: "Genial!!te esperaré...Avísame cuando estés por llegar.
   S: No te preocupes te mandaré un mensaje. Ya tengo ganas de verte ;)...
   I: Yo también.

   Aunque cuando escribió esto último sintió algo de culpa, si bien su relación era abierta sólo amigos con derecho, debería aclaran las cosas en su mente primero.

   Cuando Katsuki se despertó estiro su brazo buscando pero no encontró a nadie, su ángel se había marchado pero la sábanas aún olían a vainilla abrazó la almohada y hundió su cara en ella respirando hondo con una felicidad en el pecho... ¿así se sentía el amor? Miro su teléfono las 12:00, ya era tarde debía ir de prisa al restaurante, tenía varias llamadas perdidas de su RRPP, lo llamó mientras sacaba un traje del armario, puso el manos libres y se vestía a prisa.

   - ¡Hasta que te dignas a llamarme!- dijo indignado el pelirrojo- ¿Dónde estás? ¡Llevo rato esperándote en el restaurante! Creo que tienes algo que contarme...
  
   - ¡Callate mierda! En 15 minutos estoy ahí- colgó sin esperar respuesta.

   Bajo corriendo se subió al coche, mientras conducía pensaba en su dulce ángel, no le había llamado ni dejado un mensaje ¡¡Ostia puta!! ¡¡Si no tenía su número!! ¡¡Que gilipollas!! Bueno esta noche se pasaría a a verlo cuando saliera del restaurante.
  
   Al entrar al despacho, se topó con la cara de idiota de su amigo que lo miraba con una enorme sonrisa cómplice. Blanqueo los ojos sabiendo lo que le esperaba y se sentó.

   - Si, es lo que piensas, y si, pasé la noche con él- dijo con tono seco sin mirarlo sacando papeles.
  
   - Jjejeje así que el Gran Bakugo esta pillado, quién lo diría... Bueno bro, yo creo que es estupendo... No tienes porque avergonzarte.
 
  - ¡¿Y quién te dijo que me avergüenzo de nada?! Tema zanjado, vamos a lo nuestro...

   Y así pasaron el día ambos con sus respectivas obligaciones, Izuku en el pub había cantado solo puesto que aún no llegaba su partener, notando de ratos la mirada con chispitas de su camarero rubio. Por su parte el cenizo interactuando con su comensales, todo iba estupendamente la inauguración fue un éxito, el local estaba a tope de gente.

   Fue una noche larga el pecoso a estaba cerrando, estaba recogiendo su instrumento del escenario, miró su móvil marcaba las 2:14 aún no tenía noticias de su adonis. Tomó la guitarra y comenzó a sacarle acordes, se sentó en su taburete tal como hacía cuando tenía público, cerró los ojos y comenzó a cantar suavemente; eso lo relajaba mucho, lo transportaba... (Play al vídeo de abajo)

   De repente oye que a las notas de su guitarra se unen las del piano, abre los ojos y se gira rápidamente, ¡¡Shinso!! Pensó. Pero al darse la vuelta por completo se encontró con otra figura y se le dibujo en el rostro una enorme sonrisa sin dejar de cantar se acercó y se sentó junto a él... Lo miraba a los ojos como dedicándole las palabras de la canción... El cenizo le correspondía en la mirada y en la sonrisa tocando el piano con habilidad. Se había creado una atmósfera cálida, placentera e íntima.

   En ese momento otra persona los observaba desde la puerta de atrás, Shinso había llegado sin avisar quería darle una sorpresa al peliverde sin embargo la sorpresa se la llevó él. Su amigo tenía una mirada más bonita de la jamás pudo ver, una sonrisa que derretiría un glaciar entero.

   Automáticamente se dió cuenta, su pequeño pecoso se había enamorado y eso lo hacía felíz a pesar de sentir una espinita en el corazón. Pero eso era asunto suyo. Se marchó en silencio, ya tendría tiempo mañana de hablar.

      Ajenos a lo que acababa de suceder terminaron de cantar y la conexión que se creo dió paso a un beso profundo desde el alma, que trasmitía todo lo que sentían, de esos que te dejan sin aliento y con ganas de más.

   - Quédate conmigo...- le susurró Katsuki tomando su rostro y apoyando su frente en la del peliverde.
  
   - Es una promesa- acariciando las mejillas del cenizo.

   "Dime que es ese sonido? Son los latidos de mi corazón, cada vez suenan más fuertes.
Los latidos de mi corazón más fuerte que nunca.
Me siento vivo, me siento tan vivo"
Secondhand Serenade.

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Imagenes:: créditos al autor

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