Aina's POV:
Supongo que en algún momento debí de quedarme dormida en el sofá, porque cuando mi móvil sonó, tirándome al suelo del susto, seguía en el salón.
La película de miedo que estaba viendo aun no había terminado, y mi estropicio de palomitas manchaba el suelo. No serían más de las cinco.
Miré el teléfono, era Olaya.
Tuvimos una conversación un tanto extraña, al principio estaba muy animada, se reía y me decía una y otra vez lo mucho que me quería, después empezó a ponerse nerviosa, se comía las palabras y me costaba entenderla, pero llegué a la idea principal: se había perdido.
Iba a preguntarle por Rye, por el motivo por el que no estaba allí con ella, o por que no la había llevado a su casa, pero decidí esperar a que estuviera sobria para sacar el tema.
Me costó dos horas y cinco autobuses conseguir llegar hasta Olaya, estaba en un parque, tirada sobre la arena, mirando las estrellas con expresión ausente.
Me acerqué a ella, asustada, y la llamé.
-Te quiero mucho, mucho. -dijo abrazándome. Ya no parecía estar tan borracha, pero le temblaban las manos y tenía los ojos rojos.
Me la llevé a mi casa, ya haría las preguntas mañana.
Eri's POV:
Jack era muy bonito.
Mikey era muy divertido.
Y yo cada vez estaba más confusa.
-Llamadme loca, ¿pero no se necesitan más de tres personas para jugar a la botella? -pregunté mirando a los dos chicos, que me habían convencido para sentarme en el suelo. -Así siempre nos va a tocar a los mismos.
-No tienes solo por que besar a quien te toque, las posibilidades son infinitas. -dijo Mikey, guiñándome un ojo y girando la botella, la cual apuntó a Jack.
Los dos se quedaron muy pálidos y yo no pude hacer otra cosa más que reírme.
-Eh... esta solo era de prueba... -empezó Mikey, dispuesto a girar otra vez la botella.
-¡NO! -exclamé, apartándole la mano. -Bésale. Ahora.
Mikey me miró y después miró a Jack, que parecía aterrorizado.
-Con lengua, Michael. -añadí cuando ya estaba inclinado sobre su amigo.
Después de unos segundos les di permiso para separarse. Jack estaba muy rojo y miraba a Mikey de reojo, su amigo se limitó a pasarme la botella sin decir nada.
La botella apuntó a Jack, quien sonrió levemente. Sus ojos se encontraron con los míos, y después se centraron en un punto del suelo.
Me acerqué y le puse la mano en la mejilla, él me miró un segundo antes de que me inclinara para besarle.
...
Un rato después, a Mikey se le ocurrió que la persona a la que apuntara la botella tenía que ir quitándose la ropa.
Ya estábamos todos en ropa interior, así que esperaba que se cansaran pronto.
Mikey giró la botella, la cual me apuntó de nuevo.
-Si crees que voy a quitarme el sujetador lo llevas claro. -dije, muy seria.
-Pero que aburrida. -vi como me sonreía mientras empezaba a quitarse los calzoncillos.
-¡QUIETO! -grité. No me creía que fuera hacerlo. -Ven aquí, pero no liberes a la Maikolconda.
Pude ver cómo Mikey sonreía y se acercaba a mí sin perder un segundo.