Descubrimiento Y Reconquista (T.A.E.O.3)

8

Las cosas comenzaron a cambiar radicalmente, me refiero a Logan, porque el resto seguía más o menos igual.

Es difícil decir qué pasó en los primeros meses en los que estuve de vuelta en Los Angeles, me sentía feliz de vuelta.

Escuchaba viejas canciones, me sentía feliz con los viejos recuerdos, había sabido perdonar muchas cosas, a mamá, a papá, a James, a Logan, y a mí. Creo que esa es la parte más importante de todo ésto, supe disculparme a mí misma.

Yo creo que el sentirse bien con uno mismo es la clave. Es esa clave, la puerta que todos buscamos.

Logan tocó la puerta de mi habitación luego de almorzar. Llevaba su guitarra al hombro y una sonrisa.

-Quiero mostrarte algo que hice para ti.

Comenzó a cantarme una canción. Era sobre cuánto me amaba, y que sentía que yo era perfecta.

Nunca lo creí así.

Logan sabía hacerme sonreír. Me gustaba eso.

El amor es fácil.

Y yo amaba a Logan.

Quizá me tardé en reconocerlo, lo sé, y lo siento, pero quizá también me hacía falta madurar.

Queridos lectores: muchas gracias por su paciencia y lo siento si los decepciono.

Logan's POV

Aly estaba sonriendo. Me gustaba verla feliz, pero creo que ya era hora de dejarla ir.

¿Que si la amo? Con mi vida, pero no puedo hacer nada si ella no me corresponde.

Decidí retirarme de la habitación.

-Logan, te amo.

Me voltié y la vi ahí, sentada en su cama, con sus manos apoyadas delicadamente sobre sus piernas.

-Aly Maslow... Justo cuando decido dejarte ir...

-Te amo

Y eso fue suficiente. Dejé la guitarra en el piso, cerré la puerta, y corrí a su cama.

La había esperado, sí que lo había hecho, y al fin parecía que Dios empezaba recompensar mi paciencia.

Ella me ama, y yo la amo, no hay nada más perfecto.

La besé, la abracé, y la amé. Esa tarde, por primera vez, la amé, cada centímetro de su piel fue mío, cada suspiro, cada segundo, cada respiración, cada momento. Aly era mía.

Me quedé dormido en su cama, recostado en su pecho desnudo, y despertar con sus besos... no tuvo comparación. El invierno de mi vida había terminado.

-Buenos días mi niña.

ella sólo rió.

Ella iba a ser mía por el resto de mi vida.