Descubrimiento Y Reconquista (T.A.E.O.3)

4

Soledad...
Aly no volvería...
Era 14 de Febrero... El día de los enamorados... Su cumpleaños...
Tantos recuerdos...
El set de lapices, las croqueras, las pinturas, los dibujos... Ella me odiaba...
No sabía que hacer, estaba solo y triste, y James tampoco iría conmigo.
Revisé algunas fotos, Aly sonreía en la mayoría, y yo sonreía con ella.
Todos esos besos, las emociones, nuestro primer beso... Su cama, su tacto, su aroma, su mal humor por las mañanas, los bóxer de batman negros, los desayunos, la escuela, los maestros, los castigos, su cariño...
Sabía que jamás la superaría.
Sonreí con melancolía. No volvería a verla.
Una vez la vi en la calle... Estaba tan seguro... Pero no era ella, era solo su recuerdo.
Había pasado un año exacto desde la ultima vez que habíamos hablado, y me di cuenta de que ya no recordaba su voz...
Creí que Aly siempre sería inmortal en mi memoria, pero pronto me di cuenta de que no sería así.
Salí de casa y me dirigí al restaurante, a trabajar, claro está.
Me puse el uniforme y tomé una bandeja, comencé a atender tan pronto como pude, sin detenerme a evaluar mis acciones, o controlar mis movimientos; pero debí haberlo hecho, porque rompí más de una copa, pero mi jefe me perdonó, o algo así.
Abi estaba allí. Me miraba con coquetería todo el tiempo, yo no la aguantaba, pero le sonreía de igual forma.
A veces me hubiese gustado congelar la imagen y quedarme con esos hermosos recuerdos, de esa niña traviesa, de esa hermosa adolescente; se me había escapado por entre los dedos, como arena, y ya no quedaba nada en mi puño.

Aly's POV

Me quedaba tan poco en Nueva York...
Al fin, papá había aceptado que viviera con mamá en California, luego de mucho discutir.
Yo me encontraba más que feliz. Vería a mamá, a James, a mis amigas, volvería a la escuela... Aunque solo me quedaba medio año de estudios, para luego entrar a la universidad.
¿Qué podría estudiar?
Me llamaba la atención la obstetricia... Quería ser matrona. Partera. Quería ayudar a los bebés a nacer.
Precisamente fue el 15 de febrero del 2007 cuando tomé el vuelo a California...
Pasé por el aeropuerto sin ningún drama, ya lo había hecho antes.  Me subí al avión  y me puse audífonos. La musica me llevó a pensar en muchas cosas...
Después de varios meses juntos, Nicolás y yo terminamos, decidimos que como amigos funcionábamos mejor.
James estaba feliz de que volviera a vivir con él... Aunque no podía evitar notar un deje de preocupación en su voz cada vez que hablaba de volver.
Cuando bajé del avión, me sentí como en casa otra vez. Mi casa.
Nueva York había sido lindo, pero era frío, y poco familiar. California era mi hogar, yo había crecido allí...
Mamá estaba esperandome.
-Aly!!- sonrió y fue a abrazarme.- Hija! Que bueno tenerte de vuelta!! Vamos, vamos a casa!!- tomó mi maleta y pronto nos subimos al auto.
Mamá estaba feliz. No recordaba que hubiese sido tan cariñosa conmigo antes, pero me sentí tan bien con ella que no me importó si había o no había sido cariñosa antes.
-Y que tal N.Y?
-Nada del otro mundo. Frío, lluvia, nieve...
-Vaya... Y Mike?
-Papá esta bien, al principio no quería que volviera... Pero lo convencí y aquí estoy!- sonreí.
Llegamos a casa, James estaba en la puerta.
-Enana!!- gritó y se lanzó sobre mí.- Te extrañé!!- me abrazó con fuerza.
-James!!!- lo abracé muy fuerte y sonreí. No podía esperar a que me contara todo lo que había pasado en mi ausencia.
Mi hermano me ayudo a acomodarme en mi cuarto, a desempacar y demás...
Vi por la ventana. Todo era tal como lo recordaba... Qué alegría...
Suspiré.
-Y tienes novia?- pregunté moviendo las cejas.
-Nop.
-No?!
-Claro que no enana, soy tuyo.- dijo riendo.
-Lo sé, lo sé.- reí con él.
-Oh, por cierto.- sacó una caja de bajo la cama.- Feliz Cumpleaños!!!- me dio la caja.- Ábrelo!
Tomé la caja en mis manos y la abrí.
Reí ante su contenido. Un par de pesas me sonreían desde dentro. No eran cualquier pesas... Eran sus pesas.
-No se cumplen 18 todos los días ;) - salté sobre él y lo abracé.
-Gracias!!
James me conocía mucho... Sabía cómo hacerme feliz.
Cuando al fin estuve sola... Pues... Ver todos los dibujos en las paredes, los mismos póster de cuando tenia 15... Las fotografías... Todo eso me emocionó... Y no pude evitar soltar un par de lágrimas seguidas de una risita nerviosa...
Estaba de vuelta.
Hola California