1: Una familia poco normal

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*Flashback*

Estaba sentada en la sala del hospital junto con mi tía, ninguna hablaba, ambas sabíamos que las palabras sobraban. 

El día estaba oscuro, gris, las gotas caían rítmicamente sobre el techo del edificio. Era como, si de alguna manera inexplicable, el cielo se hubiera unido conmigo, sintiendo   lo que sentía. Y las gotas, ese chaparrón intermitente, fueran las lágrimas que luchaban sin cesar para liberarse y mojar mi rostro lleno de cansancio.

-Señorita- me llamo el doctor- Su madre me pidió que la llamara, dijo que tenia algo importante que decirle-

-Esta bien- dije levantándome lentamente de mi asiento -¿Vienes?- le pregunte a mi tía.

-No linda, creo que lo mejor es que hables con tu madre a solas-

-Acompáñeme señorita por favor - 

Simplemente asentí  y seguí al doctor hacia la habitación donde se encontraba mi madre. Al llegar el doctor abrió la puerta dejándome una horrible vista. Ahi, dentro de esas 4 paredes de un impecable color blanco, tirada en una cama se encontraba mi mama, conectada a un montón de cables, con un horrible color amarillento en la piel, piel que se estaba extinguiendo, dando paso a un montón de huesos. La enfermedad la estaba consumiendo,  nos estaba consumiendo a todos.

-Aquí se la traje señora, ahora las dejo solas, tienen mucho de que hablar. Y ya saben, si necesitan algo me llaman o a cualquiera de las enfermeras- sin mas se retiro cerrando la puerta tras el.

-Veni mi amor- me dijo mi mama- Tenemos que hablar seriamente- me acerque hacia la cama y me senté en el espacio que ella me dejo.

-¿Que paso ma? ¿Que es eso tan importante que tenes que decir?- 

-Bueno, vos ya estas grande como para saber que es lo que esta pasando, a mi no me queda mucho tiempo...-

-No ma, no digas así, vos te vas a poner bien, te vas a curar-

-No mi amor, eso no va a pasar- dijo tomando de mi mano- Me encantaría que no fuera así, pero lamentablemente ya no tengo cura, la enfermedad esta muy avanzada y los médicos me dan muy poco tiempo de vida-

-¿Cuanto tiempo?- dije soltando su mano.

-Solo unos pocos días-

-¿QUE? ¿UNOS DÍAS?- dije levantándome -¿Hace cuanto que lo sabes mama?-

-Hace una semana-

Caí rendida en uno de los sillones que había en la sala, todas las lágrimas que había contenido durante todos estos meses salieron sin control, no podía creer lo que me estaba diciendo. No podía aceptar que mi mama iba a morir.

-Veni, acércate- como pude me levante y me acerque a mi mama- No llores preciosa, tenes que estar tranquila, como yo. Tenes que pensar que es lo mejor, ya no voy a sufrir, ya ninguna de las dos va a sufrir-

El ruido de alguien llamando a la puerta nos interrumpió.

-Pase- dijo mi mama lo suficientemente alto como para que la escucharan.

La puerta se abrió dejando ver a una persona con una capucha y unos lentes de sol. Se me hacia bastante conocida, pero no podía ver completamente su rostro.
El desconocido paso y cerró la puerta tras de sí, en ese momento se sacó la capucha y los lentes que me impedían verlo completamente. Quedé en shock, no podía creer lo que mis ojos estaban viendo, de seguro me había desmayado cuando mi madre me había dicho que le quedaban unos días y esto no era más que un simple sueño, un delirio.

Pequeña princesa - Paulo DybalaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora