Capítulo 4

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Capítulo 4 (Tercera Parte): Como tropas en retirada del campo de batalla, los Ed's salieron corriendo en silencio, mientras que los chicos comandados por Kevin derriban la puerta principal de la casa de Eddy, ellos aprovecharon el caos como distracción para dirigirse hacia aquel inmueble, el cual era de los recién llegados y nuevos vecinos: La Familia Loud.

- Bien, no hay moros en la costa. Informó Eddy a sus amigos.

- ¡Eddy, tengo miedo!. Gritó Ed, preso del pánico porque sabía que ellos habían pasado el límite de sus estafas y esta vez, ahora tenían que pagar las consecuencias de sus actos.

Sabía el chico de la remera amarilla que si seguía gritando su amigo, atraería la atención del grupo de Kevin, por lo cual, optó por callarle la boca.

- ¡Hazte hombre, sí, porque si nos atrapan, estaremos perdidos. Así que controla tus miedos o seré yo quien te ponga los límites!. Le ordenó en voz baja, mientras que le tapaba con las manos la boca.

- Pero, Eddy...Iba a decir Ed.

- ¿Qué te dije?. Volvió a repetirle la orden de que se callara.

- Está bien, me callo, me callo. Se calmó Ed y de ahí, el chico de remera amarilla se dirigió hacia la cuadra, la cual parecía despejada.

- ¿Qué dices, Doble D? ¿Es seguro?. Preguntó Eddy, al ver que la calle estaba completamente en silencio.

- No lo sé, Eddy, esto parece ser el clásico escenario de una emboscada. Temió Doble D.

- No me importa, ¡andando!. ¿Dónde están los Loud? Ya me perdí. Quiso saber Eddy, mientras que se ponían en marcha hacia aquel domicilio.

- Es aquí, justo en la otra cuadra. Señaló el chico de la gorra negra hacia el inmueble.

Cruzaron en silencio la calle desértica, sabían que no debían permanecer mucho tiempo allí, ya que los chicos de Peach Creek los descubrirían y de ahí solo habría un único escape: Abrirse camino a golpes.

- Bien, ustedes son amigos de ellos, toquen la puerta. Ordenó Eddy, quien agarró a sus dos amigos del cuello de sus camisas y los colocó en el umbral de la puerta.

Doble D tocó el timbre, pero como tardaban y veían al fondo de la casa de su amigo de baja estatura, que Kevin y su tropa salían en búsqueda de aquellos idiotas, tuvieron que golpear repetidas veces la puerta.

- ¡Ayuda, por favor, ¿hay alguien?! Preguntó Doble D, sintiendo que su corazón latía a más no poder por la tensión, hasta que finalmente les abrió Lori.

- ¿Qué? ¿Qué pasó? Déjenme adivinar: Hicieron una estafa que salió mal, ahora los chicos los quieren linchar y piden "asilo", bien, creo que Doble D y Ed merecen entrar, pero tú, Eddy, olvídalo, resuelve tú el asunto. Dijo la rubia mayor, mientras que los dos primeros amigos entraban en la casa, pero al último lo dejaba fuera.

- ¡Lori! ¿Cómo puedes decir algo así?. Preguntó Lincoln y dejó que Eddy entrara.

- ¡Hola, vecino, linda casa, sí, sí, muy linda!. Hizo su mejor papel de interesado.

- Por cierto, muy buenas tus galletas, Eddy, nos gustaron a todas. Le agradeció Luna, quien se encontraba con su guitarra.

(Música Main Theme Music, "Mafia".)

Una vez que Lori cerró la puerta, volvió a sentarse en el sillón con su celular, mientras que Eddy, Ed y Doble D corrían las cortinas y trababan la puerta principal de acceso.

- ¿Qué hacen? Preguntó Lucy, quien parecía interesada en la Oscuridad que impregnaba en el ambiente y como un clásico momento, su aparición sorpresa asustó a los tres chicos, quienes cayeron al piso.

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