Capítulo tres

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-JiMin.

YoonGi sonrió al verlo acercarse lentamente hacia su escritorio. Estaba muy contento ya que JiMin había decidido venir a hablar con él después de cuatro días pasando la noche en la comisaría.

-H-hola... -carraspeó y se sentó en la silla frente al psicólogo. -TaeHyung me dijo que sería bueno hablar con usted, hyung.

-Sí, lo es -YoonGi sonrió mostrando sus pequeños dientes acompañados de lindas encías y JiMin se sintió acogido. -Bueno... ¿Quieres contarme cuándo y cómo conociste a DaeHyung, JiMinnie?

Las mejillas de JiMin se tiñeron de un fuerte rosado tras el disminutivo que utilizó YoonGi para referirse a él, se sentía bien. Estaba acostumbrado a oír otros apodos, apodos teñidos de lujuria y odio. No motes cariñosos. Sonrió levemente.

-Conocí a Dae cuando iba a comprar pan, mi hermano estaba por llegar de la universidad por las vacaciones. Tropecé mientras doblaba en la esquina y según DaeHyung, me golpeé la cabeza. Él me salvó.

-Oh, ¿y hablaste con tus padres cuando despertaste?

-No, Dae dijo que les había avisado que estaba con él y que no se preocuparan -sonrió como si fuese completamente normal despertar con un desconocido que dice haber hablado con tus padres cuando este no puede tener el contacto telefónico.

-¡Que bueno! -dijo el peliazul. -¿Entonces conociste a DaeHyung antes o después de haberte golpeado la cabeza? -preguntó otra vez para esta vez anotarlo.

-Eh... -se quedó pensando. -Estaba cruzando la calle y me iban a atropellar, por lo que Dae me empujó para salvarme y terminé golpeando mi cabeza.

YoonGi miró fijamente a JiMin y suspiró. El cerebro del castaño estaba reemplazando el recuerdo de ser secuestrado con lo primero que se le venía a la mente. Park no sabía cómo fue que llegó a estar con DaeHyung, sólo sabe que iba a comprar pan y se golpeó la cabeza.

-Bien... ¿Y cómo era DaeHyung contigo?

-Dae era bueno. Me daba de comer, donde dormir, abrigo y me llevaba a pasear mucho -sonrió.

-¿Sí? Tengo entendido que eres de Busan, ¿dónde habían estado antes de Daegu, JiMinnie?

El sentimiento de calidez que inundaba el pecho de JiMin cada vez que su psicólogo le sonreía o lo llamaba JiMinnie, era extraño. Pero se sentía correcto, lo incitaba a sonreír e intentar agradarle al peliazul.

-Estuvimos por varios lugares, dijo que las cuidades cuentan cosas y forman recuerdos... S-siempre -suspiró con las mejillas sonrosadas. -Siempre le gustaba experimentar algo nuevo cuando llegábamos a otra casa.

YoonGi apretó fuertemente su lápiz e intentó regularizar su respiración. Sabía que no era nada ético sentir tanta empatía por un paciente, pero oír es distinto a presenciar. Él tenía la certeza de qué cosas experimentaba Kang y no podía hacer otra cosa que no sea admirar a Park JiMin, un chico de dieciocho años que sufrió malos tratos, lesiones y abuso sexual a diario en un período de dos años. Y aún así, sonreía constantemente.

-Nos quedamos en Seúl por bastante tiempo después de dejar Busan, fue alrededor de un año. Seguimos nuestro recorrido y llegamos a Incheon, luego fuimos a DaeJeon y ahora habíamos llegado a Daegu. DaeHyung planeaba llegar a Ulsan y recorrer otros lugares -hizo una mueca al recordar la cantidad de personas que había conocido mostrando una personalidad completamente distinta a la verdadera.

YoonGi se percató de eso.

-JiMinnie, ¿te molestaba viajar tanto? -preguntó suavemente mientras hacía más apuntes en su libreta.

-Sinceramente, sí -mordió su labio con nerviosismo. -Odiaba cambiarme de casa, porque a DaeHyung le gustaba que me presentara a todos los vecinos como su pareja, y estaba bien con eso, pero debía utilizar la ropa que él me compraba y sólo saludar, no hacer amigos ni conocidos. ¡Me dolía mucho! Adoro hacer amistades. En Incheon un chico fue muy amable conmigo y jamás pude acercarme a él.

-¿Y sabes cómo se llamaba? Quizás él te consideraba un amigo.

-¿Cómo considerar amigo a alguien que te ignoró y gritó después de haberlo invitado a tu casa? -hizo un puchero entristecido. -Y... Yo no quería, pero DaeHyung dijo que no era correcto establecer amistades si nos íbamos a ir luego -se pausó por unos minutos y frunció el ceño una milésima de segundo para luego sacudir su cabeza.  -Se llama SeokJin, era una muy buena persona.

-Quizás SeokJin no te guarda rencor y lo puedas volver a ver algún día, no te sientas mal. ¿Sí? Quiero ver tu gran y linda sonrisa -aplaudió sonriendo para intentar animar a JiMin.

Y lo consiguió, el castaño sonrió de forma tan sincera que los ojos de YoonGi brillaron por la hermosa vista que tenía. Al mismo tiempo, respiró permitiendo la entrada de aire a sus pulmones. Notó la confusión de JiMin mientras hablaba de DaeHyung y sus vecinos, sin embargo, desapareció luego de hacerlo sonreír.

-¿Ves? Es hermosa -se levantó y le hizo una seña al menor para llevarlo hasta la puerta. -Te espero aquí mañana, no quiero llenarte de preguntas y lograr que te sientas mal. Nos iremos conociendo de a poco -lo abrazó y JiMin se estremeció. -Es cosa de confianza, mañana ya no te sentirás tan incómodo conmigo.

El menor sintió como la puerta a sus espaldas se cerró, no obstante, no se movía. El doctor Min era una buena persona y se preocupaba por él. Sí, es cosa de confianza.

Seguiría viniendo a diario e intentaría descubrir porqué el oficial TaeHyung le había insistido tanto en que viniese y si estaba loco por sentir aquellas voces que sonaban a recuerdo en su mente.

"Escucha maldita zorrita, no vas a entablar amistad con nadie. ¿Entiendes? Eres mío."

"Ese rubio lo único que quiere es acostarse contigo, ¡no es heterosexual! Su novia debe ser un invento para llevarte a su cama y follarte como mis amigos y yo hicimos."

"JiMin, no me digas amor. No lo soy, me das asco. Te follo porque tienes buen culo."

Sacudió su cabeza intentando quitar esos pensamientos. No ocurrieron, no los recordaba.

Eso no pasó.

Eso es mentira.

JiMin, ¿qué has hecho todos estos años?

Estaba confundido.

Trust 《YoonMin》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora