(Capitulo 1 - Rosas Carmesí)

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Prologo

Desde tiempos remotos, los universos se han visto envueltos en incontables batallas, algunas de estas se han ganado por el valor de la vida, el amor y la libertad, otras por la maldad, egoísmo y codicia. Aquellas batallas suelen ser recordadas como grandes acontecimientos de la historia que han cambiado mundos incluso universos enteros... otras simplemente han sido olvidadas como simples relatos o leyendas.

En mundos tan comunes y olvidados por otros universos existen muchas leyendas, en este caso hablaremos de la más importante, aquella que lo cambió todo. Nuestra historia se desarrollara en un pequeño planeta muy alejado de todos estos universos, sobre una pequeña roca flotante llena de vida, donde acontecen los eventos más importantes desde la creación hasta la destrucción y sobrepasa todo aquello de lo que vemos y creemos, el nombre de este es... el Planeta Tierra y esta es mi historia.

(Capitulo 1 – Celeste)

En el año 317 a.c, la tierra se encontraba en completo caos, sumida en el terror, pobreza y la agonía de la guerra contra el ejército de un temible conquistador al cual apodaron como Fobos, el dios del miedo. El origen del tal "Fobos" era desconocido al igual que su paradero, muchos decían que tal vez no era real y que solo era un invento de algún adulto para asustar a los niños por las noches, otros decían que se trataba de un ser sobrenatural que rebasaba el entendimiento mismo, en cualquier caso, aquellos que tenían la suerte de toparse cara a cara con aquel temible ser sucumbían ante este con solo tenerle en frente y aquellos que se escondían de él rezaban porque no los encuentre ya que según los rumores... él era una cosa tan siniestra y tan deseosa de sangre con propósitos perversos y retorcidos, incluso algunos rumoreaba que el ver su siniestra sonrisa antes de asesinar hacía morir a cualquiera que tuviese enfrente incluso antes de siquiera tocarlos, por ello la gente al verlo ni siquiera tenía el valor de pelear por sus seres amados, y aunque si solo se tratara de su imponente ejército... abandonan todo aquello que amaban por temor a encontrarse con el malvado rey del terror. Dejando de lado ese tema, vayamos a donde empezó todo, el día en que todo cambio. 

Muchos esperarían que todas las historias deberían tener un comienzo fantástico y alegre donde todos cantan, bailan y conocen su amor verdadero a primera vista viviendo felices por siempre, donde el amor y la amistad lo pueden todo, donde todo debe estar siempre lleno de color pero tales cosas son solo parte de los cuentos de hadas, la realidad... es amarga pero es un hecho. Aún recuerdo cómo empezó todo, cuando yo aún era apenas una joven campesina que vivía en un pueblo pequeño escondido entre las montañas, no recuerdo el nombre de mi aldea. Nuestras riquezas eran escasas, en muchas ocasiones carecemos de alimento mas no moríamos de hambre y vivíamos ligeramente bien y relativamente felices pero cuando ellos... un pequeño grupo de mercenarios y seguidores de un terrible hombre llegaban al pueblo a recolectar nuestras cosechas, objetos y en raras ocasiones a mujeres y hombres... esa felicidad se acababa, la atmósfera del pueblo se volvía lúgubre y sombría, totalmente desierto, aquellos hombres pasaban de casa en casa recolectando aquellas pertenencias eran muy codiciosos, y hay de aquel que no les entregara lo suficiente o se negara a darles lo que ellos deseaban, se lo llevarían con ellos solo para que fuese ejecutado o esclavo según los términos de su supuesto líder, de cualquier forma, ese no es el caso.

?-Cinco... Seis... Siete...- Una mañana otoñal de octubre mientras las hojas secas se desprendían de los árboles y el sol resplandecía desde su punto más alto, yo me encontraba con los ojos vendados en el jardín trasero jugando con mis hermanas al escondite, era mi turno para buscarlas así que cuando termine de contar me retire la venda y comencé a buscar, estaba caminando por el centro del jardín observando a mi alrededor y me quedé ahí, sin hacer ruido tratando de escuchar, hasta que dije... –Eva, sé que estás sobre el árbol de la derecha, Yuridia... sal ya, estás detrás del arbusto de moras detrás de mí-

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