(Capitulo 6 - El despertar)

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Llegue a donde solía ser mi aldea, escale la montaña y sin embargo... lo que buscaba no estaba ahí, el cristal había dicho que viniera a Paradise, tengo entendido que así nombraron mi hogar, supongo que si no es aquí debe ser a mis alrededores, voltee en todas direcciones pero no encontré nada, eso confirmaba mi teoría, entonces era por fuera.

Victoria -Como planeas que lo encuentre, no soy la única persona a los alrededores, podrías por lo menos darme una pista?- Mi cristal comenzó a brillar intermitentemente, supongo que quería jugar al caliente o frió para encontrar a mi maestro -Supongo que no puedo pedir mas a estas alturas- Suspire pesadamente dejando caer mis hombros y comencé a caminar.

Después de estar un rato dando vueltas al rededor de la montaña me di cuenta que el cristal brillaba mas cuando me encontraba en el lado sur, ese debía ser el camino. Camine unas horas en esa dirección y todo parecía indicar que este era el camino, me encontré una vieja cabaña bastante descuida, la mire fijamente y me acerque a ella.

Victoria -Sera ese el lugar?- Me pregunte, me acerque a esta sigilosamente pero mi cristal no brillaba mas -Supongo que aquí no es- Me retire dando unos pasos hacia atrás desilusionada y me disponía a continuar buscando hasta que la voz de un hombre me tomo por sorpresa.

Hombre -Aléjate de mi casa y lárgate!- El estaba malhumorado.

Victoria -Disculpe, es que estaba buscando a alguien pero creo que...- Mire mi cristal un momento, dejo de brillar intermitentemente y su resplandor se mantuvo estático... quizá esta persona... -Disculpe... podría decirme su nombre-

Hombre -Claro que si, con gusto niña, dijo mientras se dirigía a la puerta de su casa -Es que te importa!- Azoto la puerta dejando una pequeña estela de humo.

Victoria -No sera fácil- Suspire pesadamente. El día transcurrió hasta que llego el anochecer y espere en la puerta a que saliera, sin embargo, jamas lo hizo -Tengo tanto sueño- Sentía mis ojos pesados anhelando cerrarse un buen rato pero no podía dormir, debía esperarlo -El saldrá en algún momento, yo lo se, se que así sera- Dije soñolienta, me recargue en la puerta y comenzaba a sentir mi cabeza realmente pesada, mis parpados cedían, ya no podía mas, cerré los ojos un momento hasta que de golpe los abrí y estaba en el suelo, era ya de día y el hombre estaba realmente enojado, había abierto la puerta mientras yo dormía recargada en ella.

Hombre -Que haces aun aquí!? Te dije que te largues!-

Victoria -Pero no puedo- Respondí mientras me levantaba y me sacudía el polvo -Estoy buscando a Aheter, necesito un maestro que me enseñe lo suficiente para estar en batalla y defenderme o atacar correctamente-

Hombre -El tipo que buscas no esta aquí, el murió hace mucho, ahora lárgate y no vuelvas- Me hizo a un lado mientras salia de su casa.

Victoria -Solo escúcheme, no entiende, nadie mas puede enseñarme... yo no soy como los demás! Yo soy...-

Hombre -No me importa lo que seas, ya vete que tengo cosas mas importantes que hacer!- Dijo mientras tomaba unas herramientas que estaban detrás de su casa -Y espero que no estés aquí para cuando vuelva!- Se dio la vuelta y se marcho sin mas, me era muy difícil hacer que me escuche, como podría hacerle entender lo importante que es esto, como lo haría entender lo indispensable que es esto para mi, para el hermano de Aaron y para muchas personas mas.

Victoria -Maldita sea!- Grite, di un puñetazo a una roca cercas mio haciéndola volar en mil pedazos, realmente me sentía molesta pero no me podía rendir, no podía -Haré que me escuches si o si- Dije determinada, coloque mis manos en el suelo y deje fluir mi poder hasta la punta de mis dedos -Si no me escuchas dialogando entonces veamos que te parece esto- Pasaron las horas hasta que el hombre volvió y al ver lo que había hecho de su vivienda dejo caer sus herramientas de la impresión.

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