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Maratón 10/12

Disfruten la lectura :'V
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NamJoon mantenía su sonrisa ladina en su rostro, sus pasos poco a poco se iban acercando hacia Jimin y YoonGi haciendo que éstos trataran de alejarse de él.

— Huir no servirá de nada. — habló NamJoon mirando a su hijo más pequeño. — De todas formas lograré llevarme a Jimin conmigo.

— No lo hará. — gruñó YoonGi manteniendo su semblante serio ante su mayor. — Entienda que Jimin no quiere ir con usted.

— Él nunca ha dicho eso, pequeño YoonGi — cruzó sus brazos mirando los ojos azules de su contrario, en ellos podía ver la angustia y el sentimiento de huir en esos momentos. — Sabes que nunca podrás contra mí.

—Y eso lo tengo claro. — afirmó el rubio tomando la mano de Jimin.
— Pero dos pueden más que uno.

— No son suficientes. Eso debes de tenerlo claro también. — soltó un suspiro pesado y se acercó aún más a ellos extendiendo sus brazos con una alegre sonrisa.— Jimin, ven con tu padre.

El peli negro miró a YoonGi después de unos segundos e intentó zafarse de su agarre, fracasó al instante.

— YoonGi, él me quiere a mi, tú vete — susurró Jimin haciendo una mueca desviando la mirada hacia su padre. — Es peligroso.

— No. Y no cambiaré de opinión, me prometí protegerte —tomó el rostro de Jimin entre sus manos uniendo sus frentes con delicadeza. — Eres todo lo que tengo.

— Tú también eres mi todo, y por eso mismo... no quiero que por mi culpa tú salgas lastimado —suspiró separándose de él con una pequeña sonrisa, sus oscuros ojos brillaban bajo la noche estrellada... eran como dos estrellas más en esa noche.

— ¿Saben? No tengo demasiado tiempo. — soltó un bostezo el mayor mirando a los dos con una mirada aburrida. — Ver su supuesto "amor" me mantiene aburrido.

—Eres el menos indicado para hablar de amor, padre. — soltó Jimin acercándose hacia él.

— Yo te amo,  Jimin. — éste se paró delante de él mirando directamente los ojos de NamJoon. — Y porque te amo hago esto, por ti y por tu madre.

— Inventaste un compromiso con una supuesta chica para lastimarme a mi y a mi madre y ahora quieres asesinarme, ¿eso es amar? — Jimin soltó una risita negando levemente con la cabeza. — Pues entonces tu forma de amar es rara y tonta.

— Algún día entenderás todo, hijo mío. — sonrió NamJoon acercando su cuerpo hacia el del menor.

— Algún día, claro... después de mi muerte. — NamJoon posó una mano sobre el cabello azabache de su pequeño hijo mirándolo detenidamente.

— Te amo, Jimin. Eres mi hijo más pequeño y sé que en el otro mundo tú serás más feliz.

— Está demente. Tú y mi padre lo están. — habló de nuevo YoonGi con rabia al ver como NamJoon pasaba su mano sobre los oscuros cabellos de Jimin. — Se van a arrepentir de todo el daño que han hecho.

— Guarda silencio, YoonGi. — gritó NamJoon con furia — Este asunto es entre Jimin y yo.

— Llévame a mi. Pero a él no le hagan nada — decía Jimin conteniendo las lágrimas que se empezaban a acumular en sus ojos, podía sentir el miedo en su interior de ser separado de nuevo de YoonGi.

— ¿Sabes que esto lo hago por ti? —preguntó NamJoon limpiando las pequeñas gotas de lágrimas que empezaban a salir de los ojos de su hijo. — Serás feliz. — envolvió sus brazos en el cuerpo de Jimin haciendo un delicado abrazo, el peli negro menor soltó más lagrimas sintiendo los brazos de su padre rodear su delicado cuepro.

Había deseado tanto ese abrazo de parte de su propio padre, se sentía tan bien... como un último abrazo.

Un dolor se instaló en su abdomen, soltó un jadeo de dolor y el cuepro de NamJoon se separó de él haciendo que Jimin cayera de rodillas.

Había incrustado un cuchillo directamente en su abdomen, tan rápido que no se dio cuenta.

— ¡Jimin! — el gritó desgarrador de YoonGi hizo que sus ojos se movieran hasta él, el rubio lo sostuvo entre sus brazos y sus lágrimas llenaron el lugar, los sollozos y los jadeos de dolor era lo único que se podía escuchar. — M-maldito. — gruñó YoonGi mirando con rabia a NamJoon, éste miraba detenidamente a Jimin para después dirigir su mirada hacia YoonGi y soltar un suspiro pesado.

— Era el destino, YoonGi. — murmuró NamJoon con una pequeña sonrisa, los ojos de YoonGi empezaban a cambiar. — Jimin siempre estuvo destinado a sufrir.

YoonGi se lanzó hacia él e intentó golpearlo sin ningún exito, debodo a que el mayor le retuvo los brazos.

— ¡Son unos cobardes! — gritaba YoonGi furioso intentando safarse del agarre de NamJoon, este sólo lo miraba sin hacer nada... sólo lo miraba.

—No hables, descansa. —tomó su mano sintiendo la frialdad de ésta. — D-debes descansar, te vas a recuperar.

— Es tarde. — una voz gruesa se escuchó en el lugar, YoonGi miró hacia delante de él y sus lágrimas dejaron de salir.

—Padre.

— Señor Jackson para ti, mocoso. —


Jimin estaba en peligro, ¿por qué siempre él tenía que sufrir?



No te alejes ● YoonMin | Adaptación ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora