Cap. 17: Acto N°2 - Abel

5 0 0
                                    

Entre quejidos, insultos y empujones de las cosas que se le pueden considerar personas, intentaba llegar a donde jimmy.

Gritos y gritos entran en mis orejas, penetrando la cera acumulada y golpeando mis tímpanos, pero no puedo dejar de correr... necesito suministros para lo que se viene.

Feos demonios, feo ambiente, feo modo de vida en el caí desde aquel día que Dios decidió hacerme una broma de mal gusto.

Frene de repente, pues mi pecho me empezaba a doler, hacia tiempo que no corría como lo hice hoy, pero logre llegar, solo es caminar un par de centímetros...

JIMMY!!! -grite, mientras abría la puerta oxidada de la tienda -

silencio - dice, jimmy -

estaba sentado, alrededor de varias cajas, mientras observaba la nada.

se por que veniste... se esta acercando el día del juicio - dijo -

tras bajar la mirada, pude notar que hay tres maletas cerca de sus piernas, dos son de cuero negro y una de metal.

mira... -dijo, rompiendo mi hipnosis hacia las maletas- te he ayudado, a ti y a los otros pastosos traga hostias de los cazadores. pero ya hemos llegado a un punto sin retorno el cual esta en juego algo valioso... mi vida

lo se... -dije- lo siento...

en fin -dijo- no eres el culpable del intento de control y manipulación del infierno, para llegar a realizar un golpe divino hacia el cielo y lograr gobernar en los tres terrenos...

lo interrumpí en ese breve momento...

como sabes eso? -pregunte-

el levanta su brazo arrugado y en una mano faltante de dos dedos, señala hacia a una esquina. tras enfocar la vista, note que había un demonio o los retos de uno,del abdomen hacia la cabeza, su carne fue totalmente arrancada de su huesos, tira por tira. su rostro mostraba expresiones de dolor, tan dolor que sus ojos estaban desorbitados, quizás por el interminable sufrimiento que paso. pero la cereza se lo lleva su pierna derecha, pues del abdomen hacia los pies, bueno lo que quedaba de pies, estaba destrozada por completo, solo era un bulto de carne blanda rellena de trocitos de huesos con centro liquido sabor sangre y bilis. estaba tan blanda que con solo tocarla con algo, puede explotarte en la cara.

quien era el? -pregunte-

era socio mio -dijo- el trabaja, bueno trabajo, para Lujuria... el me mantenía al tanto del sub-mundo donde habitan los pecados capitales.

y el escucho sobre el plan de Calipso... cierto? -pregunte-

no solo lo escucho, el grabo un audio del plan y tomo algunas fotografías -dijo- pero...

fue sorprendido por uno de los esbirros y pago por sus actos... -dije- pero, como saben que el trabajaba para ti? -pregunte-

cuando lo examinaban para eliminar toda evidencia, fue hallada en sus bolsillos un carta donde esta mi nombre y mi numero... -dijo-

y te llamaron y te avisaron que por tal cosa, pagaras aun mas caro que tu socio... -dije- tan caro, que verías la muerte de el, como el dulce azucarado de una botella de dulces agrios... solo que a ti no te toca ese dichoso dulce.

exacto -respondiendo a mi afirmación-

por eso las maletas? -pregunte-

solo es algo de dinero... -dijo- ... y mi ultima entrega hacia ti...

ExterminadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora