Yo sé que nada volverá a ser como antes. Desear que vuelva lo que teníamos, sería egoista. Debo aceptar que tú cambiaste y, por consecuente yo también lo hice.
Gustaría de que me hablaras, que tengamos una conversación larga... pero no será así, eso terminó, lo que teníamos ya no está. Me duele aceptarlo sin embargo, es la verdad.
Nunca podré cambiarlo.