Game Of Love [BakuTodo]

Almuerzo

- ¿Leche de fresas? -Cuestionó el rubio cenizo?.- No creo que sea un buen almuerzo, de hecho no creo que pueda considerarse como tal.

- Es deliciosa, y ya no quedaba soba. -Respondió Todoroki, conforme daba un ligero mordisco a su rebanada de budín de limón.-

No sabía si era cierto o no, pero cuando llegaron a la cafetería y pidió su platillo habitual. El cocinero le dijo que se había acabado. Por lo que a regañadientes tuvo que elegir otra opción y por supuesto no tuvo mejor idea que optar por algo dulce.

Su compañero explosivo lo contemplaba impasible.

- No estoy de acuerdo con el hecho de que te alimentes con esta basura. -Refunfuñaba conforme escudriñaba el envase de leche.
Si bien los lácteos eran saludables, no los consideraba aptos para el horario del almuerzo.- ¿Qué pasará si llegas a debilitarte durante el entrenamiento? -Seguía interrogando cual madre regañona.-

Shoto apenas elevó su mirar para permitirse escapar una risa muy breve y ligera.

Ese simple gesto bastó para estremecer a Katsuki, llevaba meses esperando ver una mueca de alegría en el rostro ajeno. Aún así mantuvo su expresión de disgusto, puesto que seguía inconforme con la elección de platillos que había escogido su acompañante.

- Suenas exactamente igual al delegado. -Destacó con cierto deje de diversión.-

Aquello había sido un golpe bajo. ¿Cuántas veces habría compartido aquella clase de momentos con el delegado o el inútil de Deku?
Una vez más los celos hacían mella en él y sin poder evitarlo, vociferó.

- ¡No te atrevas a compararme con ese idiota, cuadrado y sin gracia! Ese tipo y yo no nos parecemos en lo absoluto. -Le era inevitable reaccionar de aquella manera. El simple pensamiento de que Shoto compartía varios momentos de su vida con otros le disgustaba, le dolía, no podía con el torrente de emociones negativas que lo consumían internamente. Sus celos, su posesividad. Sabía que obraba mal pero no lo podía evitar.-

El muchacho heterocromático se vio sorprendido por el repentino cambio de actitud en su acompañante, mas su molestia fue grande al oír como el contrario despreciaba a su amigo.

- ¿Por qué crees que todos son idiotas? ¿Por qué pretendes minimizar a los demás? -Inesperadamente, el mitad albino se mostraba un tanto alterado.-

- ¿Y tu por qué pretendes defenderlo? -Interrogó encolerizado.-

- Porque es mi amigo… -Puntualizó. Sí, finalmente se sentía a gusto con su entorno, había personas que lo aceptaban como era y que deseaban compartir momentos junto a él.

Debido a su padre, vivió aislado de los demás por mucho tiempo; ahora que por fin podía considerarse cercano a otras personas llegaba Bakugo con sus aires de grandeza y superioridad a ridiculizar a  aquellos a quienes apreciaba. ¡No! Por supuesto que no. No lo permitiría.

Katsuki chasqueó su lengua con fastidio.

- Creí que no habías venido para “jugar a los amigos” . -Destacó aquella última frase haciendo comillas con sus dedos. Esas palabras eran exactamente las mismas que el joven de doble quirk le había dirigido a Midoriya durante el festival deportivo.

Todoroki se reincorporó rápidamente, tomó la bandeja con sus cosas y sin mediar más palabras se giró sobre sus talones para dirigirse a la salida del establecimiento.

Estaba molesto, no es que no hubiese podido refutar  las palabras ajenas, sino que simplemente no quería hacerlo. No estaba dispuesto a perder su tiempo tratando de hacerle comprender al menor, cómo o porqué se equivocaba.

En esos momentos solo podía pensar en lo similares que podían llegar a ser su padre y aquel prospecto a héroe.

Katsuki dejó caer su puño con fuerza, sobre la superficie de la mesa que previamente había estado compartiendo con el mayor.

Nuevamente había echado todo a perder, aunque en este caso no se sentía culpable, él no era quién había traído a colación a terceros, él no era quién comparaba a las personas. No, porque para él no había nadie como Shoto.

Dejó escapar un bufido mientras contemplaba la espalda del mayor al marcharse.

- ¿Por qué eres tan difícil? -Masculló en soledad.-

Una vez más el buen ambiente entre ambos se había disipado. 

Al parecer resultaba casi imposible que pudiesen estar  de acuerdo en algo por más de veinticuatro horas.

Cuando menos se lo esperaban una pequeña chispa los hacía estallar.

Eran tan diferentes e iguales,  a medida que acortaba su distancia con el mayor, comprendía que este no era un muchacho indiferente como todos creían. De hecho era un sujeto apasionado y lleno de ideales, algo herido y doblegado debido a las humillaciones recibidas por parte de su progenitor, pero que poco a poco volvía  a eriguirse orgulloso y altivo.

Casi como él, tal vez menos agresivo pero igual de temperamental... Al menos cuando herían, de algún modo, a aquellos que eran considerados especiales por el heterocromático.

Bakugo no solo deseaba un lugar entre el sector privilegiado, él quería monopolizar por completo ese espacio y a Todoroki también. Quería ser la única persona que ocupase el pensamiento del joven de doble quirk, porque estaba claro que lo único que rondaba por la cabeza de Katsuki era Shoto y su sueño de convertirse en el héroe número uno; aunque más que sueños eran sus más grandes ambiciones.