Distante

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El fin de semana trascurrió rápidamente.

Una vez más se encontraban todos reunidos en el salón correspondiente. Katsuki mantenía su vista sobre la puerta del aula, al parecer era el único que notaba la ausencia del bicolor (No era el caso, todos se habían percatado de la ausencia del muchacho de doble quirk, era solo que Bakugo no reparaba en los demás).

La puerta de entrada se deslizó dejando ver al joven por el que todos se preguntaban.

Shoto avanzó hasta su pupitre y tomó asiento de manera habitual, su rostro imperturbable hacía suponer a sus compañeros, que tal vez el mitad albino solo se había quedado dormido.

Para el alumno explosivo era una excusa mediocre, se giró sobre su asiento para poder divisar al mayor y al encontrar la mirada de este sonrió.
Todoroki sostuvo la mirada y contempló aquella sonrisa. ¿Otra vez estaba siendo retado? ¿Por qué Katsuki sonreía con esos aires de superioridad? Era tan molesto.
Desvió su mirada al instante en el que Yaoyorozu se dirigió hacia él y sin más entablaron una conversación trivial.

Bakugo chasqueó su lengua con molestia, ¿era acaso posible que los idiotas de sus compañeros no se entrometieran en todo?
De todos modos se sentía ligeramente conforme con aquel intercambio de miradas, el bicolor no lo había evitado, aunque lo contemplaba como si se tratase de una parte del decorado del salón, inexpresivo y distante. Todoroki no transmitía más que frío con su gélida mirada.

- Bastardo mitad-mitad -Murmuró para sí mismo, mas su “protesta” había sido oída por su siempre presente y afable compañero, Kirishima.-

- ¡Hey, Bakugo! ¿Otro día de malhumor? -Cuestionó con diversión mientras palmeaba el hombro ajeno.-

- ¡Quítate, basura! No andes fastidiando. -Se safó del agarre y vio a su compañero reír.-

- El clima a su alrededor es siempre tan agradable.~ -Entonó Denki, mientras se unía a los dos revoltosos del salón.-

- ¡Oh genial! Lo que faltaba. -Bakugo volvió a bufar y recargó sus piernas sobre el escritorio.-

- ¿Qué sucedió con Todoroki el sábado? ¿Aceptó el cd? -susurró Eijiro con interés ya que luego de “ayudar” a Katsuki con la nota, se fue directo a su hogar para pasar lo que restaba del fin de semana junto a su familia.-

- No sucedió nada… Claro que lo aceptó… Pero no nos hemos vuelto a cruzar hasta el día de hoy y lo peor es que el bastardo se atreve a llegar tarde. -No comprendía porque estaba diciendo todo aquello pero aún así tuvo que contenerse de golpear a los otros dos cuando comenzaron a intercambiar miraditas cómplices y un par de risitas; justo cuando iba a hacerlos estallar, el profesor Aizawa ingresó al aula y todos corrieron a tomar sus lugares.-

¿Qué decir de la nula atención que recibía por parte del heterocromático? Sin importar cuantas veces volteo su cabeza para mirar al más alto, este solo se mostraba esquivo y seguía tomando apuntes.

La campana sonó y la clase finalizó.
Como siempre, la mayoría de los estudiantes, salían presurosos para llegar pronto a la cafetería. Otros solo corrían para visitar a sus parejas de clases superiores y finalmente otros, específicamente él, esperaban a que cierto estudiante terminase de guardar sus útiles.

- ¿Te gustó? -Soltó de pronto, desde su postura. Apenas y si había elevado su voz, lo suficiente para que Shoto llegase a oírlo.-

- No  sé de que estás hablando. -Respondió antes de cruzar la correa del morral sobre su cuerpo e intentar apresurar sus pasos para salir del salón.-

Era incomodo que solo estuviesen ellos dos allí, sus amigos se habían retirado antes. Según había entendido, Midoriya acompañaría a Ochacho a algún lugar y Iida iría a visitar a su hermano mayor.

Había evitado pasar junto a Katsuki, mas este último avanzó hacia él antes de que pudiese abandonar el aula.

- ¡No te hagas el idiota, bastardo! Sabes perfectamente a lo que me refiero. ¿Oíste el cd que hice para ti? -Interrogó con molestia. Le fastidiaba que el contrario se hiciese el desentendido.-

- No he tenido tiempo. -Respondió escueto.-
Cómo podría siquiera sostenerle la mirada al menor si este supiese que había oído el cd y peor aún, que le había gustado demasiado.

Las manos de Bakugo comenzaron a humear, sus nervios crispaban y la poca paciencia que tenía desapareció. Volvió a acortar la distancia que existía entre ambos y tomó al contrario por el cuello de la camisa.

- ¿Te quieres morir, idiota? -Cuestionó fúrico. Se sentía humillado, como si el mayor se mofase de él y de su sentir.-

- Lo único que quiero es que te alejes. -Dicho esto se deshizo del agarré y retomó su trayecto hacia la salida.

Una vez fuera del salón de clases, sintió una ligera punzada. No había querido decir aquello. Se sintió nervioso y no supo de que manera apartarse. Además había mentido, realmente algo iba mal con él.

Bakugo se mantuvo quieto durante algunos segundos, con expresión sombría contemplaba la puerta por la que minutos antes había salido la persona más importante y a la vez irritante.

- Bastardo mitad- mitad, ¿por qué mierda te sonrojaste? -Negó una y otra vez. Estaba seguro de que Shoto mentía, lo conocía bien, lo había observado desde el primer día.

Sabía reconocer, (o al menos creía hacerlo) el brillo en los ojos del mayor. Tal vez el rostro ajeno fuese incapaz de trasmitir alguna emoción, pero sus ojos eran transparentes.
La manera en la que Shoto esquivaba su mirada le daba la certeza de que no le era indiferente al más alto, que lo incomodaba de alguna forma.
- ¡Estúpido bicolor!, ¿por qué no puedes ser sincero? -Gritó al aire y abandonó el salón.

Debía admitir que algo dentro de él se quebró ante el nuevo rechazo, sin embargo no se daría por vencido. Estaba cada vez más cerca de lograr su cometido.-

 Game Of Love [BakuTodo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora