Capítulo 3

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Después de que todo se calmo, volví a preguntar y esta vez sí me respondieron. El abuelo tenia leucemia y ya estaba avanzada. No le quedaban mas de unos cuantos mese de vida. En ese momento me desplome y empecé a llorar junto al abuelo que estaba dormido. No podía creer que en unos meses iba a dejar de ver a la persona que más quería en este mundo y de la que aprendí todo lo que sé.
Decidí que iba a hacer de esos últimos meses los mejores que él haya podido vivir. Y así lo hice, lo lleve a lugares nuevos, le conté historias que nunca había escuchado y fui como su enfermera todos eso meses. Era muy doloroso para mi verlo así, pero sentía que tenia el deber de acompañarlo hasta lo ultimo de su vida.
Una tarde, me dirigía a la casa del abuelo después de la escuela. Cuando llegue, el abuelo estaba en su cama esperando a que yo llegara. Leímos un rato y después empezó a hablarme, me agradeció por haberlo acompañado todo ese tiempo y por tenerle tanta paciencia. Después, empezó a faltarle el aire y de pronto cerro los ojos para nunca mas abrirlos y finalmente murió en mis brazos.
Desde esa tarde, todo era triste. Volver a la biblioteca del abuelo me daba un poco de miedo así que no volví por unos días. Trataba de concentrarme en clases y lo único en lo que pensaba era en el horrible momento que había pasado y unos días atrás cuando mi abuelito murió. Aun me resultaba muy difícil aceptar que jamás lo iba a volver a ver.

La biblioteca de mi abueloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora