Linda

155 20 6
                                    

Lisa se encontraba molesta y la frustración recorría cada una de sus venas. –Maldita sea Ten, no tengo 3 años. Quiero salir y tú no eres nadie para impedírmelo, voy a ir a esa maldita fiesta y me dejaras en paz.- exclamo la rubia mientras azotaba la puerta y marchaba hacia el antro donde la gran fiesta se llevaría a cabo. Ten salió corriendo tras ella, sostuvo su brazo y la hizo girar hacia él, su ceño estaba fruncido. –Lalisa ¿Qué acaso no te das cuenta? Mataron al hermano de Chenle hace casi un mes y tú me pides salir a una fiesta y regresar mañana, debes estar bromeando.- dijo exasperado el mayor mientras sacudía con fuerza a la Tailandesa, la cual se soltó bruscamente y fue directo a su auto para marchar a la fiesta.

La rubia llevaba un vestido blanco corto y en forma de corazón que ajustaba su cintura perfectamente, lucia como un precioso ángel, por lo que no tardo en llamar la atención de cierto chico al fondo de una de las mesas, Lucas miraba con descaro a la chica, deteniéndose de más en la cintura de la tailandesa, lo cual no pasó desapercibido por Taeyong. -¿te gusta?- cuestiono con una ceja alzada y una mueca divertida en su semblante, la idea le parecía de lo más cómica, esa chica ni siquiera notaba la mirada del ajeno y se veía demasiado inocente. –Ambos sabemos que jamás te mirara siquiera.- se mofo el mayor mientras se carcajeaba sonoramente, Lucas sonrió con malicia y lo miro por una milésima de segundos. –me vera, créeme. Seré lo último que sus preciosos ojos capten.- menciono mientras se levantaba en busca de Mark, en cuanto lo encontró una sonrisa sardónica cruzo sus labios. –Hey, ya sé a quién cazar...- dijo Lucas hacia el canadiense mientras su mirada se concentraba en la rubia, una sonrisa se asomó en las comisuras de Mark y llamo a Taeyong.

Taeyong se acercó a la rubia y comenzó a coquetearle, a lo que la tailandesa parecía más que encantada. –¿Quieres un trago, hermosa?- pregunto el mayor con una sonrisa de oreja a oreja a lo que la chica asintió. Pasaron alrededor de dos horas más, las cuales para la chica habían pasado amenamente entre tragos y risas, contrario a la chica Taeyong estaba más que ansioso por salir de ahí con la rubia y luego cazarla junto a sus amigos. –hey linda, vamos a un lugar especial.- propuso el chico con una encantadora sonrisa al tiempo que tomaba la cintura de lalisa, quien ya estaba bastante ebria.

-llegamos.- anuncio Taeyong, bajo del auto y abrió caballerosamente la puerta para que la señorita bajara. La sonrisa que la ajena portaba había desaparecido en cuanto noto que no estaban solos había más autos y de ellos bajaban varios chicos, algunos conocidos y otros no tanto, además se encontraban en un bosque, la mente de lisa no pudo evitar viajar directamente al asesinato del hermano de Chenle. –¿Qué hacen ellos aquí?- pregunto poniéndose en alerta mientras los efectos del alcohol desaparecían de su cuerpo. –viene a divertirse contigo, al igual que yo. Linda.- respondió el castaño de forma sardónica, un brillo de malicia cruzo su mirada y lisa sintió el terror instalarse en la base de su estómago. Todo era su culpa, si ella hubiera hecho caso a su hermano, no estaría a punto de morir ¿o si? No, ella estaría viendo películas acurrucada junto a el completamente a salvo.

-hola, linda.- saludo alguien detrás de ella, la mirada de la rubia delato que sospechaba y no solo eso, delato el terror que sentía azotar su cuerpo con fuerza. –oh no, no tengas miedo. Nos divertiremos mucho, preciosa.-declaro lucas mientras sus manos se colaban por los hombros de la chica, el castaño sonrió ampliamente al sentir como el cuerpo de la ajena se estremecía. –Lucas.- llamo Mark, a lo que el castaño soltó a la chica y se giró sobre sus talones. –Déjala correr, cuando la encontremos, antes de matarla, te dejare satisfacerte.- ordeno el rubio mientras se relamía los labios observando el terror de la chica, quien sin dudarlo hecho a correr.

Lisa se había quitado los zapatos para correr con mayor facilidad, la adrenalina dilataba sus pupilas y su sangre vaciaba su estómago para viajar a sus extremidades, comenzaba a cansarse, pero si quería sobrevivir no debía parar. Considero que se había alejado lo suficiente y se escondió entre unos arbustos y rocas, saco su teléfono y realizo una llamada rápida, que para su fortuna fue contestada de inmediato...

-¡Vamos Chenle! Con fuerza, imagina que es el bastardo que se atrevió a lastimar a tu hermano.- gritaba Lee Jaeno hacia un lindo pelimorado, el chino lanzaba golpes hacia hyuck, quien los esquivaba con facilidad y agilidad. -¡tú puedes Chenle!- animo el pelirrojo mientras se retiraba a tomar un poco de agua, pues comenzaba a deshidratarse. –¿Porque no puedo dispararles ya?- dijo frustrado el menor mientras sus lindos labios se abultaban en un puchero. –no, chino del mal. Debes aprender a saber qué hacer si las balas se terminan o no tengas un arma.- reprendio el pelirrojo mientras le miraba serio. Jaeno sonrió ante la imagen de ambos, se acercó al menor y alboroto sus cabellos con dulzura. –haz hecho un gran trabajo, aprendes rápido. Te has vuelto realmente bueno con las armas, pero aun falla el contacto cuerpo a cuerpo, debes entender que es muy importante. No te des por vencido, no ahora. Mi niño.- explico el peliplata con la dulzura desbordando de sus palabras mientras acunaba las mejillas del chino. Haechan miraba curioso la escena hasta que su celular sonó y contesto de inmediato. –Hyuck, ayúdame. No sé dónde estoy, unos chicos me tomaron y dijeron que me cazarían. Ayúdame, estoy aterrada por favo...ahhh.- y así sin más la llamada termino, el precioso tono acanelado del coreano había sido reemplazado por un pálido abismal. –llama a Ten, Jaeno. Es urgente, tienen a Lisa.- grito el moreno a su casi hermano mientras se ponía histérico, él no podía permitir a que le sucediera algo a su mejor amiga, jamás se lo perdonaría.

El peliblanco llamo a Ten y al contarle lo ocurrido salieron en busca de la menor con rapidez. -¡Esperen!- grito Chenle, a lo que los tres chicos lo miraron con agonía en su mirada. –No, no hay tiempo.- intervino Ten con desesperación, Chenle lo abrazo y beso su mejilla intentando calmarlo. –lose, pero antes de marchar debemos saber dónde se encuentra, denme su número y la rastreare.- exclamo el chico, quien para sorpresa de todos era un muy buen Hacker para su corta edad, Chenle tuvo rápidamente la localización de la chica y salieron en busca de ella a máxima velocidad. El corazón de Donghyuck latía con frenesí mientras su pecho se inundaba de miedo y tristeza, lisa era muy importante para él y no podía perderla.

Cuando llegaron a donde se encontraba la rubia, el tailandés cayó al piso derrotado y llorando amargamente mientras tomaba en sus brazos a su hermana, su cuerpo estaba flácido y álgido entre sus brazos, la sangre escurría de entre sus piernas, estaba desnuda, golpeada y asesinada. Unas tijeras estaban clavadas en su estómago, tenía varias puñaladas y machetazos en su cuerpo además de balas y hematomas terriblemente marcados. Los cuatro chicos quedaron completamente destrozados abrazaron el cuerpo de la chica con dulzura, el dolor se clavaba en lo más hondo de su alma.

...

Al amanecer cuatro chicos se encontraban en la estación de policía discutiendo acerca de la desaparición de la rubia, la frustración y desesperación era lo que más abundaba en esos minutos de espera, pues pese a haber hecho todo lo posible no habían logrado salvar a la rubia, y no obstante a eso, al llamar a la policía los habían encontrado como sospechosos. Por lo que se encontraban ahí detenidos mientras analizaban el cuerpo de la rubia, los verdaderos culpables estaban fuera y eso los llenaba de una ira incomparable.

CAZADORES Markhyuck - Noren - Taeten - Chensung - Yuwin -JohnilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora