Cruzando el Límite [JiKook]

5.

Jungkook apartó de un manotazo la mano de Taehyung.

-¿Y ya está? ¿Crees que con un «lo siento» se arregla todo?

Taehyung resopló y se pasó la mano por la cara. Sus ojos de color avellana lo contemplaban inyectados en sangre; demasiada cerveza.
Abrió la boca para decir algo, pero la cerró y sacudió la cabeza, irritado.

-¿Y qué quieres que haga? Te he pedido perdón un millón de veces. No sé qué más quieres de mí.

-¡Que contestes a la puta pregunta con sinceridad! -le espetó Jungkook con una mirada asesina-. ¿Por qué, Taehyung? Solo dime por qué.

Taehyung suspiró y sacudió la cabeza otra vez. Levantó los ojos hacia el y se encogió de hombros. -El no significó nada. Ni siquiera recuerdo cómo acabamos en mi coche. Estaba tan borracho que no me enteré de nada. Pasó, y yo me siento fatal desde entonces, no soporto haberte perdido.

Jungkook bajó la mirada y apreto su puño, cada vez más convencido de que no había sido buena idea hablar con él. Seguían en la misma espiral de acusaciones y excusas, y no tenía pinta de que fueran a terminar.

Se estremeció cuando Taehyung le acarició la mejilla y después los labios, pero esta vez no fue por la anticipación; ahora su contacto le resultaba desagradable. No sabía si era por la rabia que sentía o porque la magia se había roto y ya no notaba esas mariposas en el estómago cuando lo tenía cerca. Ahora solo deseaba que se alejara y le dejara espacio.

-Vuelve conmigo -musitó Taehyung, deslizando los dedos por su brazo.

-No puedo. -Suspiró cansado-. ¿Y qué pasa con el? ¿No te preocupa si para Yoongi sí significó algo?

-¿Y qué importa? -Su voz era profunda y suave, pero muy fría, como si aquella conversación lo aburriera.

-A mí me importa.

-Pues no debería -alzó la voz. Dejó caer los brazos-. El no me interesa. Ni siquiera me gustó. Tú y yo habíamos discutido por el tema de acostarnos. Me fui hasta ese bar y bebí demasiado...

-Y como no pudiste hacerlo conmigo, lo hiciste con el... ¡con Yoongi! -Se cruzó de brazos y apartó la mirada.

Taehyung se acercó y lo tomo por la cintura. Jungkook se deshizo de su contacto. -Kookie, por favor, olvidemos todo este asunto, podemos hacerlo. Yo te quiero.

-Pues vaya forma de demostrármelo - murmuró entre dientes.

-Si me das otra oportunidad, te juro que no te arrepentirás. Seré el novio que te mereces, mucho más. ¡Vamos, bebé, piensa en el futuro! En septiembre irás a Seul, estaremos juntos y será perfecto -susurró, sujetándole las caderas de nuevo.-. Tú y yo estamos hechos para estar juntos y casarnos. Tus padres me adoran y los míos te adoran a ti. No podemos hacerles esto.

Jungkook experimentó una extraña sensación. -¿Casarnos? -preguntó alucinado.

Era la primera vez que oía esa palabra en labios de Taehyung. De repente, sintió vértigo.

-Claro que sí. ¿A dónde crees que lleva lo nuestro? Eres el novio perfecto y algún día serás un esposo perfecto. Solo mío.

Jungkook lo miró sin dar crédito a lo que estaba oyendo. La actitud de Taehyung era tan cínica que resultaba ofensiva. Se comportaba como si no hubiera hecho nada reprochable.

-No sé, Taehyung, tengo que pensarlo. Para mí no es tan fácil olvidarlo todo -dijo, apartando la cara para evitar que lo besara.

-No pienses -musitó él, tomándole el rostro entre las manos. Lo besó en la boca y luego recorrió su cuello con los labios-. Olvida el tema y vuelve conmigo. Sé que aún me quieres -jadeó sobre su piel mientras le deslizaba una mano por su entrepierna.