Noviembre 23
Hoy fui a tu arbolito; allá donde fumabas y tirabas los restos de lo nuestro.
Conté las flores de las ramas y por cada una, puse una razón por la que te quería.
Volví a contar y luego asigné a cada una, una razón por la que te quería olvidar.
Una tarde de noviembre trate de olvidarte mientras fumaba tus cigarros y comía tus frutos. Vi el mundo como en realidad era y luego me fui.
Deje junto a las colillas tú cara y tú recuerdo.
Ese noviembre te olvide sin saber que te recordaría en marzo.PD: Eran 124 flores.