En La Oscuridad De Una Noche.

Sobre el tiempo.

Hace 8 años... fue hace 8 años cuando la conocí, a Sam me refiero; en teoría la conocí hace 9 pero el primero considero que no cuenta. Nuestra forma de conocernos fue muy particular, como nuestra amistad... tan particular. Una tarde de marzo, Layla mi hermana, y yo salimos de la casa para comprar un helado, la mayoría de veces mi madre nos acompañaba pero por alguna razón Layla insistió para que no lo hiciera. En fin, la plaza estaba a 10 minutos, la colonia era una de las más seguras, y Layla ya era lo suficiente mayor como para cuidarme, de modo que sólo fuimos las dos. Después de terminar el enorme helado, mi hermana se aclaro la garganta y comenzó un extraño soborno.

–Eli, esto... ¿Te parecería bien un postre cada tarde cambio de... –se interrumpió, tal vez meditando lo que me diría a continuación; por mi parte deje de masticar para poder escuchar cada palabra que saliera de su boca– de que no cuentes nada de lo que estamos a punto de hacer a nuestros padres? ¿De acuerdo?

¿Vamos a hacer? No quería mentirle a nadie, la misma Layla me había advertido desde pequeña que ocultar las cosas era una mala idea; sin embargo, no podía serle desleal a mi hermana, sin contar que un postre diario no me haría nada mal. Y sin pensarlo demasiado, respondí con un silencioso "De acuerdo"

Mientras ella pagaba y yo esperaba en una de las bancas de la heladería, por mi mente pasaron miles de situaciones por las cuales Layla tuviera que mentir; podría a saltar una librería o robar millones de dólares, pero no tenía sentido, tampoco tenía el valor para preguntarle. Cuando ella volvió, tan sólo le basto mirar mi cara de confusión para explicarse.

–Sólo iremos con Liam –confesó como si fuera lo más natural del mundo, no tenía ni idea de a quien se estaba refiriendo, mas no le cuestione para no entrometerme demasiado, en vez de eso, me puse a andar detrás de ella, siguiendo sus pasos–.

Paramos al llegar a una casa realmente pequeña comparada a las casas de la colonia, se encontraba a doce casas de la nuestra y me resulto bastante ridículo que Layla escogiera ese lugar tan cerca de nuestro jardín para su "acto criminal". Recordé a mi madre tocar esa puerta blanca un año atrás, invitando a la familia recién mudada a una cena de bienvenida.

Ahora fue mi hermana quien llamó al timbre con una gran sonrisa en la cual dejaba a la vista todos sus dientes, pocos segundos después salió un chico alto, de tez débilmente bronceada y ojos color miel; inmediatamente me llamo la atención un largo collar que le llegaba por debajo de su pecho, tenia cuentas que ya se estaban decolorando, pero aún se podían apreciar el rojo, después el verde, morado, azul, blanco, rosa y por último negro. Sinceramente parecía de niña, aunque a él le luciera bastante bien.

–Hola Nena –me saludó, alborotando dulcemente mi cabello negro–.

Nos invito a pasar, después de presentarse como "Liam". Traté de analizar la situación ¿Por qué mi hermana me trajo a la casa de este chico? Un novio arruinaría todo según mis experiencias vividas en las películas, de pronto tu complice se enamora y te olvida completamente.

–¡Samantha! –gritó él, con su voz suave y dulce, en una cosa estaba segura, no podía culpar a mi hermana–.

De pronto, de las escaleras salió una niña, posiblemente compartíamos edad por su estatura; era hermosa, sus ojos eran grandes y compartían el color miel de su hermano, tenía el cabello amarrado en una coleta que se mecía levemente. Cuando nuestras miradas se encontraron ambas nos sonreímos sin sospechar lo importantes que seriamos la una para la otra.

Liam nos invito a que jugáramos en el patio, pensé inventarme una excusa, pues tenía que vigilar a mi hermana; pero no pude negarme a conocer a esa niña tan extraña que todavía no despegaba sus ojos de mi, como si me tratase de un ser mitológico.

–Me llamo Samantha –fue lo primero que me dijo para que yo pudiera escuchar su impresionante voz– Lo sé, es horrible, pero cambiarse el nombre cuesta un dineral –.Nos echamos a reír, aunque tal vez ni siquiera fuera un chiste–.

–Hola Sam, yo soy Elizabeth –dije después del ataque de risa–.

–Hola Beth –sonreí ante el diminutivo de mi nombre tan original–.

Desde el primer día supe que era especial, demasiado especial para una chica como yo. Y 8 años  después, a mitad de nuestras vidas sigo con ella, con miedo a que un día me deje aquí, sola... Aunque ella me prometiera cada noche, nunca hacerlo.

¡Yei! Por fin actualizo temprano Bv (Acabo de encontrar esa carita) Y como utilizo esta sección para contarles mi vida <3 (Aunque a nadie le interese TnT) Pues estaba actualizando felizmente cuando por alguna razón termine perdiendo el tiempo leyendo una historia (la verdad no, porque estaba bien buena :D) en la cual hablaban de mi :) yo pensaba que si algún día formaba parte del reparto de alguna historia me iba a morir de la emoción, pero de hecho es una sensación bastante extraña ver como cada persona tiene su punto de vista de cada situación. En lo personal quede traumada y creo que no volveré a salir de mi cuarto :) x2