Eyes on you; Lee Jooheon.

D O S

Seguramente estaba pálida, las manos me temblaban y lo único que me limité a hacer fue agachar la cabeza apenada mientras tomaba uno de mis plumones con la mano y fingir que escribía en la libreta.
Fui capaz de escuchar a Jooheon soltar una risa pequeña y ver de reojo a cómo se giraba en el asiento para volver a su postura, no me quedo mas que soportar las burlas y las miradas de algunos de mis compañeros que me estaban poniendo mucho mas incómoda, tenía unas ganas inmensas de salir corriendo pero de haber sido así probablemente me habría resbalado y dislocado la cadera, ya habría sido el colmo.

En cuánto la Miss se fue, todos se devolvieron a su lugar, Jooheon fue el primero en levantarse y en lanzar su mochila hasta el mesa banco dónde estaba anteriormente con una puntería excepcional.
Aprovecharon que el profesor no llegaba para salirse al pasillo y cotillear con los chicos del otro grupo. Era muy típico de ellos.

Durante ese tiempo no pasó nada interesante, las chicas y yo habíamos estado platicando de cosas triviales mientras el prefecto acarreaba como borregos a los chicos para que entraran al salón y después nos dio el aviso de que la hora era libre, que tratáramos de hacer el menos ruido posible y que no saliéramos del salón.

Supongo que no se dio cuenta que el par de chicos mas desastrosos de la preparatoria se coló a nuestro salón. Woo Jiho y Song Mino, los dos eran un chicle no había día en que se separaran, y así como eran un chicle también eran un completo desastre, o eso se rumoreaba.

Mino se acercó a Aneu después de un rato de hablar entretenido con Jooheon, llevaba meses pretendiendo a mi amiga pero ella no había cedido aún, puesto que ambos tenían fama de casanova.

— Hey hola. — el chico alto, Zico se sentó en la mesa del escritorio y agitó su mano suavemente.

— ¿Porqué no tenemos compañeras así en nuestra clase? — soltó Mino haciendo un puchero.

— No te pierdes de mucho. — escuché a Changkyun.

***

Era miércoles, mi día en la escuela apenas llevaba la mitad y yo ya estaba muriendo por largarme a casa, tenía un leve dolor de cabeza que poco a poco se intensificaba mientras escuchaba el desastre de gritos que se había hecho en el salón.
No pasaron ni diez segundos cuándo el timbre de dirección nos indicó que era hora de salir a receso, me levanté tan rápido de la silla que estuve a punto de tirarla al suelo, salí del aula junto a mis amigas y bajamos del edificio casi empujando a todo el que se nos cruzara por el caminó.

— Le toca a Seo y a Hyeon ir por las cosas a la cafetería, ya saben donde estaremos. — dijo Aneu. Las tres le entregamos el dinero a Seoyeon y a Hyeon y caminaron hacia la cafetería mientras nosotras tomábamos asiento en las aceras traseras del salón de cómputo dónde los arbustos daban sombra, me recargue en la pared y me di aire con ambas manos mientras suspiraba por lo bajo.

— Zico quiere salir contigo. — me mencionó Aneu y Hayun no tardó en agrandar sus ojos.

— No es mi tipo Aneu, no creó. — le contesté.

La verdad es que desconfíe de Aneu, Zico no parecía el tipo de niño al que le gustaría salir con alguien cómo yo.

— Yo creó que deberías, no se, al menos ¿Besarlo? — exclamo Hayun.

— Ay si Jihei, venga que solo van a salir, no hay nada serio.

— Justo por eso, ese idiota se ha besado a media preparatoria y no ha tenido nada en serio, yo no quiero ser una mas de su lista ¿Quien se cree con esos pelos de gallo despeinado? ¿Que puede conquistar a todas? — respondí.