Vivir con la sensación del:
"Quiero encajar, pero no me sale intentarlo"Un continuo:
"No soy parte de esto, y en el fondo ni quiero"Y asi dia tras dia. Buscas tu lugar pero aunque no lo encuentras sabes que no está aquí. Y no hablo de esta sociedad, ni de este mundo, hablo de esta época.
"El siglo XXI no tiene nada que ofrecerme" me repito una y otra vez, pero aun así es todo lo que tengo y veo.
Solo veo máquinas y tecnología que no me complacen ni me inspiran.
Donde ellos ven el avance yo veo el retroceso. Y asi en una espiral continua de confusión, veo como el mundo en el que vivo se aleja cada vez más de aquella naturaleza salvaje, de ese trabajo dedicado y artesano, de esas conversaciones banales e insustanciales que en el fondo, eran parte de la vida.
Y ahora solo veo supuestos grandes intelectuales que se cuestionan cosas que antes no se le pasaban a uno por la cabeza. Pero me pregunto de que sirve tanta palabrería si después el mundo sigue igual, o peor.
Vivo en un lugar donde las personas fingen sentir empatía o compasión ante el dolor de otras personas sólo porque es lo "ético". Y ni siquiera se paran a plantearse si realmente sienten esa pena o solidaridad por ellos, solo siguen patrones establecidos por otros que si lo sienten de verdad, y llega un punto en que no sabes quien miente y quien lo siente.
Puede que antes todo fuese mucho mas duro, que hubiera menos información y concienciación. Pero de algo estoy complemente segura, y es que si la mayoria eran "malos", el pequeño porcentaje de personas buenas que habia era real y no fingido.
Las máscaras dejaron de usarse en Venecia como tradición para usarse en 2018 en los 1049483261514141992919038 rostros que componían la Tierra.