Donde los ojos de Namjoon no pueden apartarse de Jin y el lo único que hace es brillar a su alrededor.
❝Busco tu mirada, sin embargo nunca logro obtenerla, todo lo que haces es mirar al vacío y sonreir. Aun si no me miras, tu sonrisa apacigua el dol...
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Si ese día sonreía, era por un motivo, uno completamente maravilloso.
Desde que se había sentado a un lado de Jin y le había ofrecido su ayuda para acompañarlo hasta las albercas todos los días, todo había mejorado.
Era increíble ver como por su rostro se iba extendiendo una sonrisa al escuchar su voz hasta el punto de mostrar sus ojos en media luna que lo hacían ver tan adorable, pero todo mejoraba cuando sin siquiera hablarle, él podía reconocerlo. Era como ganarse la lotería.
Esa tarde se encontraba entrenando con todo el equipo de fútbol de una manera muy rutinaria. Todos corrían al mismo ritmo que él marcaba y no se detenían, era como si fueran completamente sincronizados, como si hubieran nacido sólo para eso.
Volteó a mirar a su equipo. Yoongi se encontraba junto al par de amigos de Jin corriendo y de repente soltando una que otra cosa ya que la falta de aire por el trote no le permitía decir demasiado. Notaba como Jimin lo miraba con atención al hablar y se distraía de su andar mientras Jungkook sonreía hacia las gradas en dirección a un chico que era demasiado lindo, pero la cual no encontraba lo suficientemente bueno para él.
Contó con la mirada a los demás jugadores y notó la ausencia de tres en particular, sus tres mejores amigos aparte de Yoongi, quienes simplemente siempre se la pasaban de fiesta a su lado y eran igual de populares que él. Se encogió de hombros al pensar que tal vez se encontrarían con resaca en algún lugar o con nuevas conquistas, pero no pasaría aquel reporte al entrenador ya que aquellos chicos al final lo habían cubierto un par de veces.
- ¿Y entonces? - escuchó esa pregunta entrecortada de la voz de su mejor amigo.
Volteó rápidamente a mirarlo y se encontró con que corría a su lado al mismo ritmo. No sabía en que momento le había alcanzado.
- No deberías de acelerar el paso solo para alcanzarme - le reprendió - tienes que seguir tu ritmo.
- Si capitán, pero en este momento quiero hablar con mi amigo.
Yoongi era demasiado consciente de que Namjoon era su mejor amigo y nunca le dejaría, pero que a la hora de entrenar, era su capitán y podía darle las ordenes que considerara y él tenía que acatarlas.
- De acuerdo - suspiró mientras empezó a bajar su velocidad para correr mejor - ¿Entonces, qué?
- Tú sabes de qué hablo, Kim... - movió las manos sugerentemente al mencionar su apellido.
- Oh...
Empezó a caminar en dirección a las gradas donde se encontraba una gran cantidad de botellas de agua, tomó dos de ellas y una se la ofreció a su compañero.
- Él... es ciego - dijo con una mirada preocupada para después darle un largo trago a su botella.
