Las lágrimas del rubio de ojos amatistas no paraban de bajar por sus mejillas, al igual que sus pequeños sollozos que trataba de callar pero no lo lograba, las alas del chico se doblaron un poco como si estuviera en una pose de descanso, los tentáculos ensangrentados se dejaron caer al suelo de manera lenta, el chico parecía un niño pequeño que había perdido a sus padres en el supermercado o en algún lugar público grande.
El pelirrojo no sabía que hacer, ver a su amigo llorar y sin parar de decir que es un monstruo, simplemente le estaba destrozando por dentro. Se acercó de manera lenta hacia él, arrodillándose a su altura, pasando su mano derecha en su hombro, como si tratara de decirle que todo estaría bien, pero no funcionaba muy bien, ya que los sollozos aumentaron más, la única opción que tuvo era abrazarle con mucha fuerza, manteniendo la cabeza del rubio en su pecho, observó como las alas y los tentáculos comenzaban a desintegrarse.
Pudo sentir los brazos del mayor corresponderle el abrazo con algo de fuerza, también sintió las lágrimas del chico en su pecho, su cuerpo temblar, su respiración agitada, ¿por qué tuvo que sufrir las consecuencias el rubio que él mismo?, el pelirrojo no podía hacer nada en ese momento más que mantenerlo protegido entre sus brazos, con un fuerte nudo en su garganta y los ojos ligeramente cristalizados, le estaba contagiando el dolor emocional que estaba pasando en ese momento el de ojos amatistas.
—Aoyama, todo va a estar bien— comenzó a hablar el pelirrojo con un tono entrecortado, no pudo evitar sentirse culpable de todo el sufrimiento que estaba pasando su ex-compañero de clases —te sacaré de esto, encontraré una cura, volverás a casa con nosotros, ¡te voy a salvar, Aoyama!
El menor no pudo evitar sentir un poco de alivio al escuchar las palabras de su compañero, las lágrimas volvieron a acumularse en sus ojos y a resbalar por sus mejillas, controlando sus impulsos salvajes de morderle en el hombro y arrancarle algo de carne, por esa razón estaba llorando. Tenía hambre pero no quiere lastimar a nadie ni quería perder su humanidad, no sabía que hacer en ese momento.
—P-Por favor... aléjate de mí...— susurraba el chico con la voz muy entrecortada, tratando de separarse de su amigo —n-no quiero hacerte daño... p-por favor...— suplicaba derramando más lágrimas, el pelirrojo solo aguantaba las ganas de llorar junto a él, solo lo aferró más a su cuerpo.
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Voluntad para Vivir (Boku no Hero Academia)
Fiksi Penggemar"No... ¡yo no quiero ser un monstruo!, ¡y-yo quiero volver a casa!" Quien diría que una droga fabricada con ADN de la villana Flesh Eater sería muy comercializada en todos los barrios peligrosos de Tokio, llegando incluso a sus alrededores. Yuga Aoy...