La noche se había apoderado de la ciudad de Tokyo, las personas no dejaban de pasar por las calles cuando la señal de que los civils podían pasar al otro lado de la calle. El ambiente era muy tranquilo, desde aquel incidente en Hosu, ya casi no habían conflictos entre la policía y los delincuentes, quizás la razón principal era que los heroes profesionales estaba vigilando entre los limites de los distritos tranquilos y los distritos peligrosos, de esos que ya las autoridades no podían erradicar el crimen.
Entre la multitud, se podía ver a un joven de cabello rubio con una gorra blanca con detalles dorados puesta, un saco blanco con bordes morados, de una estatura un poco baja a su edad, su mirada era bloqueada por la gorra, llevando sus manos a los bolsillos del saco. No podía evitar voltear a todos lados disimuladamente, llevaba 4 días sin comer nada y se encontraba bastante débil mentalmente, quería dormir después de haber escapado de la academia.
Al llegar al otro lado de la calle, comenzó a olfatear un delicioso aroma, era mas delicioso que aquel olor que emanaban todos sus compañeros de clases juntos en una sola habitación. Caminó casi de inmediato hacia un callejón, rastreando aquel dulce olor, sin querer sus ojos cambiaron de color, su iris era mas brillante que antes, debe ser por el hambre que tenía en ese momento.
Al adentrarse al callejón, pudo presenciar como un hombre de comía a una persona que estaba partida a la mitad, específicamente a otro hombre, el menor solo temblaba de miedo, y por consecuencia, se puso muy pálido. Aquella persona caníbal se dio cuenta de una presencia, lo más curioso es que también tenía los ojos oscuros con la iris roja, supuso que ese niño apenas fue convertido como lo fue él, debido a los temblores que presentaba.
--Oh, ¿estás perdido, pequeño?-- preguntó el hombre con un tono suave para no asustarlo mas, llegando a sorprender al rubio, pues pareciera que le estaba hablando como si fuera un padre preocupado por su hijo al ver una pelicula de terror --no te preocupes, yo también me puse así cuando me inyectaron la sangre brillante, asi que no te haré daño.
--E-Esta bien...-- murmuró el más bajo con la voz un poco entrecortada, ahogó un leve grito al ver que aquel hombre le entregara un pedazo de carne --¿t-tengo que...?
--Oh, se nota que no has comido en un buen periodo de tiempo, y que tampoco has ingerido carne humana, es importante que comas, o por lo menos que tomes café-- aquel hombre se quitó la capucha que traía puesta, dejando ver que era un hombre de cabellos blancos y ojos negros, con una sonrisa leve en su rostro, como si intentara calmarlo, aunque su expresión cambio a una de sorpresa --te conozco, participaste en el Festival Deportivo, ¿Yuga Aoyama?, ¿el muchacho del rayo laser en su estómago?-- el menor solo asintió con algo de temor, tratando de alejarse un poco de él --tu quirk era mejor que el mío, consistía en provocar alucinaciones-- se rasca la nuca con una mirada apenada.
--Es útil...-- susurró el rubio con la mirada baja, había sostenido aquél pedazo de carne, no paraba de mirarlo con cierto brillo en sus ojos, no sabía si era porque realmente se le había antojado comer eso, o simplemente porque sus ojos estaban cristalizados --yo... ¿p-por qué tuve que convertirme en esto?, n-no quiero ser un monstruo...-- las lágrimas comenzaban a bajar lentamente, el albino se había quedado callado, escuchando las palabras destrozadas del más pequeño en edad --y-yo nunca deseé que me pasara esto... ¡t-tuve que escapar de UA para no lastimar a nadie!, ¿p-por qué... me convertí en un monstruo?-- susurró lo último rompiendo la voz, ahogando un fuerte sollozo.
El de ojos oscuros le miró con mucha lástima, era tan solo un niño a diferencia de él, quien tenía un gran sueño por delante, y gracias a ser víctima de aquella droga, sus sueños se fueron a la basura. Colocó su mano derecha en su cabeza, como si él intentara dar su apoyo, era lo único que podía hacer por el pequeño adolescente, viéndolo llorar casi a gritos, le entendía perfectamente su situación, no era el único que se sentía muy mal por ello.
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Voluntad para Vivir (Boku no Hero Academia)
Fanfic"No... ¡yo no quiero ser un monstruo!, ¡y-yo quiero volver a casa!" Quien diría que una droga fabricada con ADN de la villana Flesh Eater sería muy comercializada en todos los barrios peligrosos de Tokio, llegando incluso a sus alrededores. Yuga Aoy...