Bungou Stray Dogs『¿Cómo sería...?』

Osamu Dazai |✿01

 ¿Cómo sería...?  ♥ Despertar junto a Dazai ♥

Una fresca mañana de invierno en la cuidad.

Te encontrabas cómoda y abrigada, acurrucándote en la cama que compartías con tu pareja, Dazai, quien dormía plácidamente dándote la espalda.
Comenzaste a abrir tus ojos notando vagamente que ya había amanecido. Volteaste de lado, aún somnolienta abrazaste por la espalda a tu novio, quien debido a eso comenzó a despertar. Bostezó expresivamente y por accidente tocó tu brazo el cual rodeaba su cintura. Sonrió levemente y comenzó a voltear para poder ver tu rostro, con movimientos audaces para no aflojar tu agarre. Dazai esperaba apreciar tus bellos ojos, pero resultó ser todo lo contrario; habías vuelto a dormirte. El castaño sólo soltó una ligera risa y observó por unos momentos cómo dormía su pareja.
Aunque le resultaba extremadamente tierna, debía despertarla. 

— (T/N)-Chaann~ —Canturreó suavemente acariciando el brazo de la chica—. Es hora de despertar, mi bella durmiente.

— Dazai...—Susurraste su nombre con voz ronca, dejando de abrazarlo para frotar uno de tus ojos—. Buenos días...—Volviste a susurrar, esta vez ya pudiendo apreciar su rostro.

—Buenos días~ —Cerrando sus ojos y acercándose más a ti depositó un rápido pero tierno beso en tus labios—. ¿Dormiste bien?

—Muy bien, estuve muy cómoda. —Le sonreíste para luego incorporarte en la cama y estirarte, soltando un amplio bostezo—. ¿Qué te gustaría desayunar hoy?

—Lo que sea. —Respondió esbozando una sonrisa—. Café, tostadas, té, panqueques...—Detuvo su listado de posibles platillos y tomó una de tus manos entre las suyas—. No me importa, mientras sea preparado con estos finos, delicados y bellos dedos~ —Señaló observando tu mano con detenimiento, acariciándola suavemente desde la palma hasta llegar a yema de tus dedos, finalmente depositando un cálido beso en estos.

Reíste ante esto, pues te provocó un leve cosquilleo.

Acercándose lentamente, perdiéndose ambos en los ojos del otro, se unieron en un tierno y cariñoso abrazo. Dazai reposaba su cabeza en tu pecho, disfrutando sentir tus constantes y relajantes latidos, mientras que tú, rodeando sus hombros con tus brazos, acariciabas lentamente sus suaves y algo ondulados cabellos.

—No vayas a dormirte, siempre terminamos igual. —Le advertiste con total serenidad en tu voz, esperando que este te haya oído—. ¿Dazai? —Lo llamaste deteniendo los mimos que estabas haciendo en su cabeza.

Un ronquido; esa fue la respuesta que obtuviste del chico a tu llamado. Dejaste escapar un pesado suspiro, aun así una involuntaria sonrisa tomó forma en tus labios.
Con sumo cuidado lo acomodaste apropiadamente en la cama, cubriste su cuerpo con las frazadas para evitar que sintiera frió y besaste dulcemente su frente.

—Volveré cuando el desayuno esté listo. —Atestiguaste por lo bajo cerca de su oído para finalmente salir de la habitación cerrando sigilosamente la puerta.

Lo cual evitó que vieras cómo Dazai sonrió ampliamente luego de oírte dejar el cuarto.