Edgar Allan Poe |✿01

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¿Cómo sería...?  ♥Amanecer junto a Poe ♥


Una sensación húmeda y fría invadió parte de tu rostro; no le diste importancia, estabas inmersa en un sueño tan profundo que apenas dicha sensación te produjo cosquillas.

—Hmm...Hace cosquillas... —Expresabas somnolienta entre risas ahogadas.

Aquella repentina sensación no desaparecía, haciendo que poco a poco abandonaras tu profundo sueño.
Una vez despertaste del todo las cosquillas cesaron, concientizándote de que algo frió y húmedo estaba tocando tu rostro, algo...¿Vivo?
Tus dudas desaparecieron al voltear de lado, quedando boca arriba, y viendo a cierto animalito olfateándote.

—Buenos días, Karl, ¿dormiste bien...? —Cuestionaste al mapache, el cual solo te ignoró hurgando entre las frazadas de la cama—. Estoy hablando con un mapache...—Te reprochaste a ti misma.

Procediste a incorporarte en la cama para estirarte. Miraste el lado de la cama donde se supone y estaría tu novio durmiendo, pero solo encontraste las frazadas ordenadas y la almohada sin arruga alguna.

—¿Otra vez...? —Dejaste escapar un pesado suspiro.

Te levantaste de la cama, ordenando un poco las frazadas de tu lado.
Vestías un camisón blanco de mangas largas y cuya falda llegaba hasta la altura de tus rodillas, decidiste conservarlo puesto, estabas dentro de la que ahora era tu casa después de todo.

—Ven, Karl, vamos con tu dueño. —Extendiste tus brazos ofreciéndole una sonrisa al pequeño animal que rápidamente se dejó cargar—. Cielos, cada vez pesas más. —Mencionaste riendo con el mapache en brazos, dejando la habitación.

Caminaste hasta la puerta del despacho de tu pareja, dejaste a Karl cuidadosamente en el suelo para tener más comodidad al momento de llamar a la puerta.

—¿Poe? —Lo llamaste dando tres toques, no obtuviste respuesta—. Que extraño... —Dudaste; Karl no se quedó atrás, ya que oíste como también llamaba a Poe rasgando la puerta—. Al parecer no nos oye. —Anunciaste mirando al mapache, que luego de ver que sus rasguños eran en vano te regresó la mirada.

Soltaste un suspiro tranquilizador y relamiste rápidamente tus labios.

—Voy a entrar. —Advertiste posicionando tu mano en el pomo de la puerta, abriéndola y arrimándote por el marco de esta—. Poe...—Volviste a llamar a tu novio, pudiendo observar su cuerpo postrado en su escritorio.

Tragaste en seco cuestionándote si cruzar o no la puerta; algo se escabulló entre tus piernas, era Karl, que sin más irrumpió en la habitación dirigiéndose hacia el escritorio al que subió con un hábil salto. Tú solo observabas los movimientos del animal intentando averiguar qué era lo que pretendía.
Comenzó a olfatear los cabellos del detective para luego dirigirte la mirada y producir un chillido.
Captaste el mensaje...O al menos eso creías. Dejaste el marco de la puerta atrás metiéndote en el despacho y yendo hacia el escritorio. Acariciaste el pelaje de Karl suavemente en recompensa por su hazaña y miraste a tu novio quien estaba inmóvil recostando su cabeza sobre el escritorio lleno de papeles escritos, algunos hechos bola o arrugados. Sonreíste inconscientemente, realmente se te hacia una imagen demasiado tierna. Procediste a correr cuidadosamente el flequillo de Poe el cual cubría sus bellos ojos color violeta grisáceo los cuales estaban totalmente cerrados. Como te lo habías imaginado desde el comienzo...Poe una vez más se había quedado dormido mientras escribía en su despacho.

—Lo sabía...—Afirmaste procediendo a mirar una de las manos de tu pareja.

Sostenía una pluma negra, seguramente con la cual estaba escribiendo.
En un hábil movimiento aquella pluma negra estaba ahora en tu mano, la acariciaste sintiendo su suavidad y un leve cosquilleo entre tus dedos; una idea pasó por tu cabeza.

—¿Crees que funcione? —Cuestionaste mirando a Karl, te dirigió una mirada cómplice a lo que tú sonreíste.

Sin pensarlo dos veces, comenzaste con las cosquillas en el rostro y parte del cuello de Poe, hacia algunas muecas aun somnoliento.
No te detuviste hasta el punto en el que tu pareja despertó y te miró de forma desconcertada, aún le costaba asimilar su alrededor.

—Buenos días~ —Saludaste alegremente a tu ya despierto novio, quien no tuvo mejor reacción posible que asustarse soltando un sonoro grito.

Retrocediste unos pasos ante esta inesperada reacción, pero Poe no contó con tanta suerte, ya que cayó de su silla yendo directo contra el suelo, dejando que un quejido de dolor escapara de su boca.

—¡Ah! ¡Lo...Lo siento! —Pedías disculpas desesperadas mientras mirabas con preocupación a tu novio, quien yacía aún incorporado en el suelo.

—¡¿(T/N)?!...¿Qué...Qué haces aquí? —Cuestionó el azabache, mirándote confundido y aún algo acelerado ante el susto.

—No...No fuiste a dormir a nuestra habitación...Otra vez, así que...Supuse que te encontraría aquí, al parecer di en el blanco. —Explicabas con disgusto en tu tono de voz, Poe se percató de esto—. Ven... —Le ofreciste tu mano en señal de querer ayudarlo a levantarse.

Poe tomó gustoso tu mano, pero tú no fuiste la que jaló, sino él.
Abrazándote lo más cariñosamente que su timidez le permitía, escondió su rostro en la curva que une tu cuello y hombros, produciéndote un leve escalofrió.

—Lo siento...Lo siento...—Repetía suavemente acurrucándote más a su cuerpo, rompiendo cualquier lejanía.

—¿Poe...? —Permanecías petrificada dejándote rodear por los brazos de tu novio, continuaba lamentándose. Desconocías la razón tras esta reacción por parte de Poe.

—Debes sentirte sola...¿Verdad?...Mi ausencia...—Hablaba cada vez más bajo debido a la vergüenza que le generaban sus palabras, jurabas sentir el calor de sus mejillas rozar tu piel—. No lo haré más...No quiero eso...—Expresó esto último dejando de esconder su rostro para observarte.

Sus ojos siendo cubiertos completamente por su flequillo; mas sus mejillas no tenían con que esconderse, dejando su gran sonrojo a la vista. Jamás lo habas visto en tal estado, tu sentimiento de soledad vaya que le afectaba. Una leve risa escapo de tu boca llamando así su atención, ahora tú lo encerraste entre tus brazos, él no se inmutó, dejándose abrazar por ti e incluso correspondiendo.
Permanecieron abrazados, separándose al cabo de unos minutos.

—Hoy dormiremos juntos, lo prometo. —Aseguró ya más animado—. Te abrazaré y mimaré hasta que te duermas... —Detuvo en seco sus palabras, procediendo a agachar un poco su cabeza—. Compensaré todas esas veces en las que te hice sentir sola...    

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⏰ Última actualización: May 09, 2019 ⏰

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Bungou Stray Dogs『¿Cómo sería...?』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora