III

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- ¿Quien eres?- dijo con voz confundida.

Sus palabras hicieron que mi corazón se detuviera.

- ¿Que?

Cuestione ante la más grande incredulidad, parecía que estaba tan cansado que empezaba a tener alucinaciones auditivas, era una broma una de muy mal gusto, no quería creerlo, el más bajo miro a sus hermanos.

- el es Izuminokami Kanesada- dijo el rubio.
- fue una espada de Hijikata
- oh... Yo también soy una espada de Hijikata, un placer, soy Horikawa Kunihiro

Sus palabras eran terriblemente dolorosas, que era aquello ¿se sentía molesto conmigo a caso?¿Quería vengarse?

- ¿Estás jugando?

Dije de modo un tanto amenazante aprete mis puños hasta que mis nudillos se volvieron blancos.

- ¿He? Kunihiro... ¿Estas jugando?

No me gustaba para nada aquello, tome su uniforme deportivo del cuello y lo levanté de manera brusca.

- ¿Que significa esto Kunihiro?- grité mientras él me miraba confundido.
- Izuminokami- me llamo la antigua espada del comandante de Shinsegumi.
- estás jugando conmigo- lo moví un poco frustrado por el completo desconcierto que nublaban sus ojos azules- ¿He? ¡Kunihiro!

Sentí los brazos rodearme por detrás y tirar de mi, lo solté haciéndole caer entre los restos del desayuno.

- calmate- dijo Nagasone sosteniendo mi cuello y tirando de el, mire alrededor mio todos me miraban de pie- lo lamentamos...

Se disculpó por mi mientras me sacaban a la fuerza de ahi entre las tachis del dategumi.

- ¿estás bien?-pregunto Urashima al otro wakizashi ayudándole a limpiarse los restos, mientras el peliazul le decía que subiera a su espalda que le llevaría a la habitación.
- puedo caminar por mi cuenta- grité liberandome del agarre con brusquedad.

Mis pasos resonaron por los pasillos antes de llegar al dojo necesitaba golpear algo, el que ingreso al lugar fue Nagasone tomando una espada de madera y golpeando ligeramente con esta su hombro.

- ¿Hice mal?
- tu que crees- dijo con una sonrisa mientras daba una fuerte estocada contra mi espada de madera.
- como se supone que actuara- dije sintiendo el impacto en mis manos.

Respondio con un ataque de mi parte estaba tan cegado por una furia abrazadora que casi le doy de lleno en la cabeza.

- me miraba como si no me conociera ¿A mí?

Dije mientras retrocedía un par de pasos nuestras espadas se tocaron apenas en uno, dos y tres golpes.

- no te recuerda- dijo mientras nuestras espadas bajaban.
- ja... Es una broma
- Izuminokami esto es serio...

Me detuve en seco mirandole.

- no recuerda nada que tenga que ver contigo.
- pero
- Saniwa no sabe si logrará recordar... Pero de forzarlo- calló de manera sombria.
- ¿Que cosa?
- podria ser muy perturbador...
- ¿Como?

El contrario se sentó en medio de la habitación con una sonrisa.

- imagina que de la nada olvidaras a alguien con quien pasaste tantos años...
- pero...
- deja que todo siga su flujo

Me detuve mientas sentia el roce de la madera contra mi nariz, olvidado, nunca crei que me olvidarían así y mucho menos que lo hiciera el.

Remenber meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora