Con cada latido de este cuerpo sentía como caía un poco más en la más horrible de las desesperaciones, nada podía animarme y a medida que pasaban los días el dolor era íntimamente más profundo.
El verano dió paso al otoño, el olor de la hojarasca subía hasta las nubes tumultosa sobre mi cabeza y nada cambiaba.
Las misiones, las expediciones de días enteros, las tareas en los campos, establos y el entrenamiento.
Todo... Lo hacía todo con tal de mantener al wakizashi de cabellos de ébano y ojos como el mar limpio, fuera de mi camino y mi mente. Teniendo más suerte en la primera que en la última debía aceptar. Cualquier descuido mio traía su figura ante mis ojos.Llamándome, suplicando y el deseo de hacer caso a esas súplicas abrazarlo y llevarlo con el a dónde sea que les llevará aquel descabellado mundo, cada vez era más febriente.
Pensaba en pasar décadas y décadas a su lado, con nuestros cuerpos humanos con todas esas nuevas sensaciones que no descubria aún del todo.Quería saber que había en ambos que hacía que siempre terminara pensando en el.
¿Por qué mi corazón late así?
¿Por que pienso tanto en el?¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?
Las incógnitas no me daban tregua, me arrojaba al futon y mis ojos no se cerraban pues al hacerlo mi mente iba a su lado.
Deseaba verle dormir, sentir esas cálida manos peinando mis largos cabellos, deseaba tantas cosas pero... No podía lastimarlo más.
Es irónico que ahora, faltó de el, me dé cuenta de todo esto.
Era tan parte de mi que ahora me siento incompleto, roto y sobre todo vacío....
Aveces el sueño negro cernía sus manos sobre mi cabeza y me hacía olvidar todo por un par de horas.
Esa noche era similar, una tregua de sus insomnios de ese sentimiento que lentamente me carcomía. Esa noche era como muchas otras, con el aullar del viento fuera de sus habitaciones, con algunos pasos de vez en cuándo.
Pero había algo diferente.
Algo que perturbaba su sueño, un jadeo sordo y el sonido deslizante de su propia puerta. Abrió los ojos apenas sin distinguir nada en su oscura alcoba, todo parecía tan difuso como si lo viera atravez de un cristal opaco.
Parpadeo varias veces hasta darse cuenta de todo lo que pasaba, se levanto un poco mirando la frente y soltando un bostezo al aire.Escuche el sonido de algo arrastrarse a su lado, calme el deseo de gritar cuando le vi. Sus inmensos ojos y sus labios temblando mientras lagrimas caian por sus mejillas en silencio.
Hecho ovillo al lado de la puerta con los ojos bien abiertos y una mueca de completo dolor.- ¿Qué?
Apenas fui capaz de pronunciar aquello.
- ...- su llanto no cesó.
Me levanté de mi futon, me acerque pero al hacerlo nuestras miradas se encontraron, sentí como si una garra fría atrapará en su mano mi corazón. Una opresión horrible que impedía que me moviera.
En sus ojos se reflejaba una tristeza tal que mi corazon se destruia lentamente, abrí los labios un poco y dejé escapar esa pregunta:
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Remenber me
Fanfiction- me di cuenta de que me hacias falta - me di cuenta de que te quería - me di cuenta, pero demasiado tarde Touken ranbu Yaoi