cap 9

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Empezó a escuchar aquel audio, Jungkook aún con la respiración rápida y sudando, lo miraba mientras también escuchaba, el oficial de quedaba inmóvil escuchando lo del celular.

Llego la parte donde se escuchaba fuerte y claro la voz del chico "¿¡Qué crees que estás haciendo?!" El oficial se quedó frunciendo el ceño y acabando de escuchar el audio, que segundos después lo único que hizo, fue soltar un suspiro, dirigió su mirada a Jungkook, que quien lo veía con un poco de esperanza en sus ojos y rogando que aquel audio, ayudará de algo, y claro, y para su suerte, el oficial Lee asintió en aceptación y tomó el celular 

-Necesito que me envíes ese audio, haré lo que sea para rastrear a Jimin-

Jungkook sentía que por fin estaba haciendo bien, puso cara de alivio y asintió

-De verdad, muchas gracias oficial- hizo una reverencia y al salir de ahí, inmediatamente le mando el audio por correo, en su tarjeta de identidad de la comisaría estaba aquel arroba, así que se lo había memorizado.

Era el segundo día sin Jimin y Jungkook había progresado algo, no mucho, casi nada, pero algo era algo para lo que quería tener a Jimin de vuelta. Se dirigió de nuevo al hotel, en cuanto supiera quien fuera el hijo de puta, lo mataría, eso seguro.

Jimin había logrado morder fuerte el brazo del chico que lo tenía secuestrado, que ya dicho su nombre, "Cheng" pero jamás lo llamaría así, tan solo cuando su mano fue a su mejilla, el menor aprovecho y mordió su antebrazo tan fuerte que logró sacarle sangre, junto con un grito de dolor haciendo que retrocediera un poco, Jimin con fuerza, estiro su pierna haciendo que su planta del pie, tocará con el pecho del otro, lo impulso hacia atrás haciendo que cayera de la cama, esto fue una ventaja para correr, correr hacia la puerta de la habitación y bajar por las escaleras que estaban a unos escasos pasos cortos de la habitación. Jimin llegó abajo y comenzó a buscar por todos lados un lugar donde esconderse, o mejor, un lugar por donde salir, pero dudaba que en aquella casa, hubiera una ventana o una puerta para poder escapar, o tal vez si, pero no lo conocía nadie más que el psicópata que aún se encontraba en la habitación quejándose de dolor.

Jimin estaba buscando con la mirada donde esconderse, hasta que al fin, vio una puerta al parecer de un armario viejo, se encaminó ahí rápido para adentrarse, pero al instante en que iba a tocar la puerta para abrirla, se escuchó la voz de Cheng, dando una risa fuerte como si hubiera visto lo mas chistoso de la vida

-No puedes huir, pequeño Min-

Jimin sintió el chico encima suyo cuando escucho que derrepente se puso de pie y daba pisotadas hacia la puerta, así que a la velocidad máxima, el menor tomó aquella puerta para halarla y entrar en el armario, y cerrar tan rápido como pudo, escuchando los pasos de las grandes botas bajar por las escaleras, Jimin se apego en la parte inferior del armario, procurando no hacer ningún, ni el más mínimo ruido.

-Oh...quieres jugar a las escondidas- el chico empezó a dar pisotadas juguetonas y saltos fuertes

-Bien, juguemos tu pequeño juego-

comenzó a tirar, desordenar y romper todas las cosas y decoraciones que habían en la casa, Jimin muerto de susto, estaba cerrando fuerte los ojos y escondiéndo su rostro en sus piernas, tan sólo pensaba "Jungkook.. por favor, ven" al borde de llorar, escucho que el chico se quedó callado y Jimin abrio mucho los ojos, su respiración estaba agitada pero trataba de regularla para no hacer ruido, y probablemente terminar muerto

Jimin decidió ponerse de pie después de unos segundos ya que no escuchaba nada, pero cuando menos lo esperó, la puerta del armario se abrió de par en par dejando a Jimin expuesto a Cheng que estaba mirándolo con cara de felicidad y psicopatía total, se acercó supremamente al menor y susurro en su oído

-¿You Can Call Me Daddy?       -Yes, Daddy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora