V| Averiguaciones De Guerra.

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"Él está en el ejército ahora, revelando una revelación
Es él chico boogie woogie bugle de la compañía B."
Boogie Woogie Bugle Boy-The Andrews Sisters.


1940|
Frente Occidental|
Lugar desconocido|

Entrar a la guerra fue más difícil de lo que pensó.

Celina intentó usar la niebla para parecer adulta y así alistarse como soldado, pero después de diez intentos, aprendió que aún entre los mortales, la fuerza femenina era subestimada, así que decidió que si no la llevaban al frente, ella iría al frente.

El frente occidental, que fue en el que explotó la guerra, así que sabía a dónde ir, probablemente.

Aunque sea como enfermera.
No fue su plan principal, pero fue aceptada, recibió capacitación durante unos meses y fue enviada a un lugar en medio del frente occidental

El escenario la sorprendió. A pesar de estar expuesta constantemente a batallas, no esperaba escuchar aviones todos los días, escuchar los bombardeos a los soldados y ver las trincheras y las horripilantes heridas.

En la guerra no hay descanso, lo supo en el momento que tuvo que renunciar a dormir por la constante alerta de bombardeo, porque siempre hay heridos de gravedad, personas con balas en brazos, torsos, piernas o en todos los miembros; Celina perdió la cuenta de a cuántos hombres tuvo que asistir las amputaciones, cuántos sobrevivieron a ellas o cuántos murieron.

O cuántos murieron. Siempre hay muertos, no importa si es de madrugada, medianoche o mediodía.

Solo durante unas pocos horas tienen un poco de paz entre tanto caos, pero siempre deben estar alerta, porque la amenaza de bombardeos o el avance de los enemigos es constante.

Los soldados ingleses y aliados luchaban a la par, codo a codo, estratégicamente ubicados para tratar de detener el avance Alemán.

Pasaron varias semanas para que Celina viera realmente el frente con sus propios ojos.

Esa noche en particular, que cambió tanto su vida, ella había salido de la tienda de enfermería después de luchar por la vida de un soldado francés durante largas horas, el pobre hombre perdió un brazo, pero la infección lo mató.

Su cabello había crecido y se salían varios mechones del moño que usaba para alejarlo de su rostro cuando trabajaba, sostenido solo por un palillo de bronce celestial, tenía ojeras y estaba pálida, sus ojos grises perlados ya no brillaban como antes. Cruzado en su hombro cargaba un bolso con equipo de primeros auxilios; ella iba a verificar el estado de unos hombres que acababan de llegar al campamento. Habían perdido terreno y algunos estaban sumamente heridos, según le dijo su superior, habían tenido que dejar atrás a varios hombres, entre ellos su superior, para que al menos unos vivieran.

La Sombra Del Recuerdo.| PJDonde viven las historias. Descúbrelo ahora