Arte y Naturales [ Creek ♥ ]

Cruzando miradas

Hola mi nombre es Tweek Tweak, tengo 25 años de edad y vivo en South Park, Colorado. Poseo el titulo de Profesor de Artes Plásticas y actualmente, estoy ejerciendo en una reconocida escuela de Nivel Secundario. Trabajé durante un año con niños de primaria y mi experiencia fue muy buena, ellos me hacían caso y amaban pintar con cualquier tipo de materiales, todos los días me recibían con mucho entusiasmo y así era un verdadero placer enseñar arte. Pero, ahora trabajo con adolescentes y no es lo mismo, ellos son rebeldes, irrespetuosos y pocas veces hacen lo que les pido. Gracias a esta situación me he sentido bastante extenuado últimamente. "Demasiada presión" eso es lo que siento. Mi estado normal es de nerviosismo, eso no lo puedo negar, pero estos últimos días frente al aula me han llevado a sentir un mayor grado de estrés y mis tics nerviosos aumentaron notablemente.

Y aquí me encuentro yo, un lunes al medio día en la sala de profesores sirviéndome una taza de café antes de comenzar la jornada laboral. "Sólo espero que esos maleducados hayan hecho la tarea que les deje la semana pasada" fue lo último que pensé antes de ser interrumpido por mi amiga Red, la profesora de Lengua y Literatura.

  - Buenos días Tweek, ¿Qué tal? – Me dijo tomándome de los hombros, sacudiéndome un poco como si quisiera despertarme.

- ¡Ahhg! Buenos Días Red, e-estoy bien y ¿tú? – conteste en mi normal tono nervioso, devolviéndole una sonrisa amable.

- ¿Estás seguro? Me preocupas, esos demonios te van a matar del estrés en cualquier momento amigo. – Soltó una risa burlona - ¿Te enteraste? Ya consiguieron nuevo profesor de Ciencias Naturales. Ya era hora, el señor Espinosa se jubilo hace fácil 2 meses y esos chicos estuvieron todo este tiempo sin cursar la materia por falta de un reemplazo.-

- N-no, no me había enterado, seguro es otro viejo amargado. Ahhg sólo espero que al menos a éste no le apeste tanto la boca. – Ambos empezamos a reír hasta que fuimos interrumpidos al escuchar la puerta abrirse.

Vimos entrar al Director Pc a la sala de profesores acompañado de un joven de cabello negro, piel blanca y ojos azules, no puedo ver mi propia expresión por obvias razones pero imagino que ha sido más que evidente ¡Este hombre es hermosísimo! Lo examiné lentamente con la mirada, lleva una camisa azul y un pantalón de jeans negro bien oscuro, en su muñeca derecha se ve un elegante reloj que por su apariencia parece tener un costo elevado. Sentí un calor recorrer mis mejillas, estoy más que seguro que en este preciso momento estoy totalmente sonrojado. Me encuentro encantado ante su presencia. 

- Profesora Red, profesor Tweek, les presento a Craig Tucker. Es profesor de Ciencias Naturales y va a comenzar a trabajar a partir de hoy mismo en esta institución. Así que, por favor, denle la bienvenida a su compañero. – Dijo el Director Pc para luego dar la vuelta y retirarse.

- Hola, un gusto. Bienvenido al infierno camarada. – Dijo y sonrío Red, intentando ser amable con el azabache.

- Gracias, supongo. – Le respondió él con una sonrisa amable.

Era de no poder creer, ese hombre podía ser aún más lindo, su sonrisa, joder, su sonrisa lo hace ver más perfecto todavía. En ese preciso momento ambos cruzamos miradas y lejos de separarla de la mía, se quedó viendo mis ojos fijamente. Pude sentir como mis mejillas pasaron a ser de un tono más rojizo. Sus ojos azules son realmente claros pero a la vez fríos. Mis tics nerviosos se hicieron más evidentes a causa de los nervios. Pero Craig Tucker no despegó su mirada de la mía. "Me siento muy tonto...debo verme realmente patético en este momento" y tras un esfuerzo sobre-natural logré decirle torpemente – Ahhg h-hola Craig – Y luego, salí de la sala casi corriendo con mi taza de café en manos, no detuve el paso acelerado hasta llegar al salón de clases donde mis alumnos ya se encontraban. Ingresé y nadie me notó, nunca lo hacían en realidad y en ese momento lo agradecía enormemente. "Me siento tonto, me siento avergonzado". Estoy seguro de que aquella fue la peor primera impresión que pude haberle dado a ese hombre. Tomé asiento y terminé de beber mi café, calmando un poco mis nervios y mi acelerado mi corazón. Luego, di la clase normalmente y al finalizar regresé caminando a mi casa pensando en aquel encuentro. No pude sacarme de la cabeza aquellos ojos azules.