Midgardianos y Dioses (Loki x Lectora)

¿Tu Esposa?

Mi nombre es (T/N), soy una reportera que trabaja para el New York Post que cubre las noticias que tengan que ver con Los Vengadores pues, como sabrán, recientemente han estado muy de moda por todo, y cuando digo "todo"... Es TODO. Los Vengadores siempre han estado en el foco de las noticias no solo porque salvan al mundo o porque en el intento de hacerlo terminan destruyéndolo parcialmente, sino también por los rumores que los rodean. Por ejemplo, el del romance entre la Viuda Negra y Hulk o la posibilidad de que Los Vengadores puedan viajar a otro Universo y las consecuencias que podría conllevar la manipulación del espacio tiempo. Yo me encargo de todo eso, llevar un reporte y estar en donde Los Vengadores para poder obtener hasta el último detalle de todo lo que sucede en torno a ellos.

En esta ocasión, me tocó ir a una Subasta de Caridad para obtener fondos que serán usados para reparar todo el daño causado en su última misión (aunque también lo hacen como forma de redimirse).

La subasta es esta noche, a las 6:00 de la tarde, se iniciará con una cena y después comenzará la subasta. Será de gala y los productos a subastar serán artículos originales de Los Vengadores, obsequiados por supuesto, por los mismos Vengadores. Algunos serán entregados por ellos en persona y otros no... En estos eventos generalmente depende de cuánto dinero estés dispuesto a gastar para poder ser tratado especial.

Por mi parte, yo me siento poco atraída a este tipo de eventos porque los veo innecesarios. Si una persona de verdad quiere donar dinero por cuenta propia o por ayudar a alguien... Lo haría sin algún incentivo de por medio. Para mí, las subastas es como ir a comprar algo sabiendo que ese dinero irá para alguna "Buena Causa", lo que hace que la gente se sienta bien por decir "Compré esto en una subasta". Pero bueno, me gusten o no , es mi trabajo. Además, hay comida gratis.

Cuando llego al lugar, hay una gran cantidad de personas que incluye famosos, fans, civiles que van pasando por ahí y reporteros como yo; la diferencia entre ellos y yo es que yo tengo un pase V.I.P., lo que incluye entrada gratuita a la cena y subasta, estar todo el tiempo que quiera en el evento y un acercamiento a Los Vengadores en persona. La verdad, mi trabajo no es malo en lo absoluto.

El evento da inicio con la cena. Nos sirven una Crema de Pimienta Verde y Foie, luego Ragout de Langostinos y Pasta y de postre un Crème Brûlée de Frambuesa con Almendras. Con la cena finalizada, la subasta es lo que sigue. Al escenario entraron todos Los Vengadores, encabezando Tony Stark, por supuesto. El Señor Stark, sube al atril y empieza a dar un discurso de agradecimiento; explica el motivo e importancia de la subasta... Hasta que finalmente se calla y comienza la subasta. Pronunciadas las últimas palabras, yo abrí mi libreta para tomar nota. El primero objeto a subastar, fue uno de los trajes del Sr. Stark... La verdad, me sorprendió que el Sr. Stark estuviera dispuesto a dar uno de sus trajes, pero tratándose de su reputación como Vengador no fue tan sorprendente al analizarlo... Además, es el Sr. Stark, siempre quiere ser el centro y llamar la atención; como siempre, el rico humillando al pobre. Si no recuerdo mal, el traje terminó siendo vendido en unos 50,524,000 dólares, después de esto, nada podía superarlo. Los demás objetos no llegaron a tal cifra pero aún así fueron vendidos en una cantidad que ni yo en mil años podría juntar. Lo que más llamó la atención de la velada, es que se subasto a un Vengador; Bueno, tal vez no literal, sino más bien un día con el Vengador de tu elección. Quien ofreciera la cantidad más alta obtendría un trato especial e incluso podría pedir lo que quisiera al Vengador (mientras no arriesgara la seguridad de nadie, claro). Recuerdo a la gente alborotada, y al final, ganó una chica que ofreció 100 millones de dólares por pasar un día con Thor. La verdad, en ese momento me pareció tan ridícula la subasta, que decidí irme... No sin antes pasar al sanitario a lavarme las manos. Guardé mi libreta y tomé mi bolso, me levanté de la silla y salí al sanitario de manera discreta. En el camino, iba cuestionándome la existencia del humano y por qué aún seguía vivo. Iba tan concentrada en eso, que no me fijé y choqué con alguien.