Mafia (BORUSARA)

Convivencia

No hizo falta ir a buscar a Kimimaro, fue él quién llamó a mi puerta cuando estaba a punto de salir, cosa que le agradecí.

- No estés nervioso, ya verás como al final te gustará - intentó tranquilizarme al ver que no paraba de frotarme las manos.

- El ambiente estaba un poco caldeado esta tarde, y yo no pinto mucho ahí en medio.

- Bueno bueno, tu siéntate a mi lado y si se ponen a discutir, cosa que me extraña, pues pasamos de ellos y nos pillamos un buen pedo, te parece?

- Eso me gusta más.

- Jaja! anda vamos, de seguro ya deben estar todos abajo.

De camino al comedor nos encontramos con una fina y elegante mujer de pelo rosado saliendo de una de las habitaciones. Supe enseguida quien era, la dulce sonrisa que portaba era idéntica a la de Sarada.

- Kimimaro! ya bajas? estaba esperando a Sasuke pero ... - sus grandes ojos color jade se posaron en mi abriéndose cómo platos y haciendo que enmudeciera.

Por un momento me temí lo peor, parecía como si me hubiese reconocido de algo, me habría visto en algún sitio? sabía quien era? a qué me dedicaba? No soltaba palabra y la sorpresa no se iba de su rostro. Empecé a sudar, porqué me miraba así? Pensé incluso en sacar la pistola que me había dado Sasuke y llevaba guardada detrás en la cintura del pantalón. Si me delataba estaba perdido, tendría que huir de allí abriendo fuego sobre todos si quería salir con vida.

- Pasa algo Sakura? - dijo Kimimaro al ver que la mujer no reaccionaba pero no le hizo caso.

Justo antes de que el miedo se apoderase de mi y cometiese alguna locura Sasuke apareció por la esquina del pasillo.

- Sakura, te estaba buscando - la mujer pareció volver en si al escuchar la voz de su marido.

- Sasuke que... - lo miró de manera interrogante.

- Boruto perdona a mi mujer - se acercó a ella y rodeó su cintura con un brazo, me pareció que intentaba calmarla - Sakura él es Boruto Namikaze, trabajará para nosotros, es un buen chico no te preocupes, Boruto ella es mi esposa Sakura.

- Un placer conocerla - noté que dudaba y yo seguía con el pavor de que esa mujer supiese quién era en verdad, pero acto seguido pareció relajarse soltando un suspiro y brindándome un cálida sonrisa.

- Igualmente Boruto - estrechamos las manos, su piel era suave al igual que la de su hija - perdona por mi reacción, te pareces mucho a alguien que conocía y al cual añoro y los recuerdos me han bloqueado - intentó disculparse.

Así que era eso, los nervios y la adrenalina del momento fueron poco a poco abandonando mi cuerpo y agradecí interiormente no haber llegado a coger la pistola.

- Ir bajando vosotros, tengo que hablar con mi mujer un momento, no tardaremos.

Kimimaro y yo asentimos y retomamos el camino.

- Menuda situación! - soltó Kimimaro riéndose - tienes que decirme cuál es tu secreto para dejarlas así de embobadas, es algún tipo de colonia que usas? - se burló.

- Pero que dices!! no digas tonterías!! ya lo has oído, es por alguien a quien le recuerdo.

- Jajaja! si no fuera por que se de su amor incondicional hacía Sasuke me habría empezado a preocupar.

Cuando llegamos al comedor todos parecían mucho mas relajados. Madara presidía la mesa, a su izquierda se encontraba Itachi y a su derecha Obito, los tres reían mientras disfrutaban de un buen vaso de whisky.