Mafia (BORUSARA)

Peligro

Los meses siguientes no me separé de Sasuke. Iba a todo lados con el mientras me enseñaba como funcionaban las cosas en la familia. Acabé siendo su sombra, el dialogaba y cerraba acuerdos mientras yo observaba a su espalda cualquier gesto de traición o cualquier indicio que pudiera ponernos en peligro. Por supuesto no faltaban nuestros merecidos descansos en algún bar charlando de todo y relajándonos. Era una persona increíble, a parte de hábil y audaz era un portento intelectual, sabía de todo. Una tarde después de unas cuantas cervezas quise averiguar hasta donde llegaba su cerebro, intenté tocar todos los temas culturales que se me ocurrían, desde ciencias hasta historia, y supo responder a todas mis preguntas y mejor aún argumentarlas. Poco a poco se convirtió en el padre que siempre quise, me apoyaba, me aconsejaba y me enseñaba. Sus hermanos y Madara me respetaban y me trataban como a otro más de la familia, nuca en mi vida me había sentido así, querido, protegido y ... puedo llegar a decir que feliz. Admiraba tanto a Sasuke que llegué a olvidarme de mi verdadero cometido. Yo anhelaba una familia y él solito supo darme lo que siempre desee. Por suerte no tuve más encontronazos con Sarada, ella estaba ocupada preparando sus exámenes y yo aprendiendo el oficio con su padre y las pocas veces que coincidimos siempre había alguien delante, aún así me mantuve alerta a la espera de que me devolviese el golpe. Todo suena perfecto verdad? y lo era! de verdad que lo era... hasta que una noche un desagradable acontecimiento me devolvió a la realidad, en una fracción de segundos recordé el porqué estaba ahí, recordé mi misión y mi verdadero trabajo y pude ver la parte oscura de Sasuke Uchiha.

Ese día recibió una llamada por la tarde que lo dejó serio y de mala hostia para lo que restaba de día. No me hablo del tema ni me contó de que se trataba pero su oscuro semblante me dio a entender que era mejor no preguntar. Cuando llegó la noche me pidió que condujese hasta los muelles. Eran altas horas de la madrugaba y no había ni un alma, sólo un frió helador que se colaba en mis huesos haciendo que frotara mis manos en busca de algo de calor. Nos encontrábamos de pie en los muelles del final rodeados de viejas barcazas y enormes cajas de madera que a saber que contenían. Sasuke miraba al horizonte paciente y yo me moría por saber que coño hacíamos ahí, pero su repentina seriedad y enmudecimiento me decían que era algo verdaderamente problemático. Casi 20 minutos después un coche negro apareció y estaciono unos cuantos metros lejos de nosotros.

- No te metas de acuerdo? - me dijo sin mirarme, yo solo asentí con la cabeza.

En ese momento no entendí ese aviso, yo no hacía nada si él no me lo ordenaba. Empecé a ponerme nervioso, eso no pintaba nada bien. Dos hombres salieron del coche y se acercaron. Al más corpulento pude reconocerle de la mansión. Era uno de los jefes de los guardias que vigilaban la casa. Nunca había hablado con él, mas que nada por que no tenía pinta de ser muy amistoso. Era un tío enorme y fuerte, con una expresión y rostro que rezumaba dureza por todos lados. El otro hombre tenía la complexión muy parecida a Sasuke, puede que un poco mas alto, y sus ojos y cabello eran negros al igual que los de la familia. Me sonaba un montón pero no sabía de que. A los pocos segundos una tercera persona salió de la parte trasera, era Itachi y al igual que su hermano pequeño portaba un semblante demasiado serio en comparación a como siempre le había visto.

- Ya era hora.

- Buenas noches eh! llevas meses sin verme y así es como me recibes?

- Sabes que odio que me hagan esperar.

- Anda ven y dale un fuerte abrazo a tu primo!- El hombre de pelo negro se acercó a Sasuke sonriendo y con los brazos abiertos.

- Para Shisui, luego ya tendremos tiempo de ponernos al día - le cortó Sasuke. 

Shisui Uchiha, al oír su nombre la foto que me enseñó mi abuelo vino a mi mente. Me había olvidado completamente de los dos primos, hijos del hermano fallecido de Madara. Pero donde habían estado todos esos meses?